26 de Abril del 2022 | |
Venezuela | |
Sliptrick Records | |
Death Metal, Doom Metal |
Existen bandas dentro del mundo metalero que tuvieron una época en tu vida, debido a que los escuchaste en el momento exacto y los tienes dentro de los más alto de tus pensamientos, y siempre esperas que regresen a tu vida por la nostalgia y placer que esta banda le puso a tu mundo durante ese pasado memorable. Entonces, dentro de este ambiente el regreso de Stratuz al ruedo con nuevas producciones con este “Osculum Pacis”, es una de las mejores cosas que le puede pasar a un seguidor de la banda desde los 90s, porque desde aquel mítico y distinto “In Nomine” (1993), que se lanzó como Split con Noxious por la oportunidad del lanzamiento en físico, fue de lo mejor, y de ahí escuchar producciones como “The Last Angel” (1999) y “Spirit Seduction” (2000). Dejaron una marca intensa en mi memoria, así que este cuarto álbum en estudio y luego de 22 años de silencio en largas duraciones, ¿tendremos esa idea impactante de todas sus producciones?... Pues veamos…
Seré directo con esta idea, vi muchas opiniones en las redes sociales sobre el desconocimiento de Stratuz y escuché algunas entrevistas que recién los conocieron por los sencillos del 2021, lo cual es muy extraño, porque no es una banda de hace un año o dos, o hasta 5 años. Es una banda de hace casi 40 años de existencia, y no se quedaron en una idea de demostraciones o compilatorios, sino que tuvieron una repercusión gigante a nivel latino como una de las primeras bandas de Death Metal venezolano desde los 80s junto a Baphomet, Noxious y otras más. Entonces, no es una banda que recién este empezando a destacar o no se que más curiosidades leí por ahí, pero que están completamente desatinadas para una banda de esta trayectoria, y sino la conociste en su momento es mejor hacer a un lado las opiniones y solo escuchar lo que paso a conciencia y de ahí escribir.
Aclarado ese tema, “Osculum Pacis” es un excelente regreso por parte de Stratuz, con esa solidez Death Metal de muchas dosis Doom Metal que son llevadas por la contundente voz de Franklin Berroterán, quien no cambio nada desde aquel “The Last Angel” (1999), manteniendo esa agresividad y potencia, donde los 20 años de silencio pasaron como si nada y su voz sigue teniendo esa efectividad que se escuchó hace mucho tiempo. Luego otro detalle destacable es el cambio de rubro extremo que se dieron como banda, porque en los 90s tuvieron ese sonido arcano y chacal de todas las bandas latinas, luego una idea Death Doom Metal con voces limpias y voces femeninas, y de ahí en el 2000 una contundente maquina Death Metal que estaba lista para aplanar a cualquier oído. Entonces, con todos estos cambios quizá se pueda decir que las cosas regresaron un poco a los orígenes consistentes como banda a finales de los 90s, porque estamos antes un disco icónico en su carrera en este 2022.
Desde que todo empieza con la introducción de pomposos teclados, sinfónicos que terminan colisionando con la música potente de ritmos y riffs que al final cierran con el violín de excelente manera, y mediante este puente tranquilo empieza “Morning Star”. De sinfónicos arreglos, sensaciones pesadas y un solo inicial en la guitarra que le añade bastante melodía; sin olvidar que la mixtura entre las guturaciones y las voces limpias son de lo mejor, y de cómo las rítmicas van progresando a parajes de ensueño que no tienen sensaciones europeas, sino sensaciones Stratuz, porque realizan un trabajo Death Doom Metal de alta calidad y personal. Luego con “Father Amorth (E)” las sensaciones sinfónicas siguen en toda la canción, pero lo más llamativo son las conversaciones con doble de pedal pausado pero contundente, y que al final desembocan en arpegios arabescos de pares completos que terminan encontrando su camino aterrador en los coros apocalípticos.
En “Holy Grail” se estacan las sensaciones de pesadez anteriores canciones, pero con el objetivo de brindarte misterio y terror dentro de sus composiciones, especialmente con el riff principal que al nutrirse con efectos y luego estar en modo off como fondo de todo, y este encaje en el piano y luego la guitarra, son de lo mejor. Luego con “Caelibatus” regresa al lado ostentoso de la música de Stratuz en este nuevo “Osculum Pacis”, donde los coros son de lo mejor, que se conectan con las partes densas y potentes de la música, que, sin necesidad de complicarse, encuentran esa ranura adictiva en el oído de todo amante del estilo y conectes sensaciones con “In the Name of God” y “Back to the Sun”. Donde existen otros nutrientes y capas melódicas que comienzan a ver lo que posiblemente va a pasar en una siguiente producción de la banda, porque es ahí que “Sodomized” entra mucho más melódica desde el inicio, ya que deciden alargar esas sensaciones por muchos minutos más.
“Dawn” es aquella canción que tiene influencia de Celestial Season en sus notas iniciales, pero de ahí las texturas sinfónicas elevan la producción de la banda a su personalidad y colocan un recurso femenino en las voces que ya usaron en su segundo álbum de 1999, algo que termina de catapultar el disco a limites insospechados. De ahí “Left” continúan con los parajes de canciones que pertenecen a este magno álbum para cerrar con “Condemned” con dobles pedales acelerados y potentes, donde nuevamente la voz femenina nutre la psicosis de una banda que arremete con mucha fuerza después de 20 años de silencio.
Termino diciendo que este regreso de Stratuz con “Osculum Pacis” era todo lo que necesitaba después de los anuncios hechos el 2021 en conciertos virtuales y otros detalles más. Donde el trono dejado hace muchos años por esta banda venezolana regresa a su sitio, colocándolos nuevamente como una banda de altas expectativas y de nuevas instancias en su música, porque fueron y serán los maestros del Death Metal venezolano al inicio y ahora son aquellos Death Doom Metal de calidad y con carácter personal, que pueden decir algunos que cambio, pero al final y después de muchos años escuchándolos, veo que su música, sensaciones e intensidad siguen como la primera vez que los escuche. Así que espero que no se tomen otros 20 años en sacar una nueva producción, porque después de este cuarto álbum, se necesita de más producciones de esta icónica banda latinoamericana. Ya que es un excelente álbum en todo sentido y traerá mucha colilla para amantes del estilo, y para los nuevos metaleros, será una gran oportunidad para escuchar sus viejas producciones a conciencia, no solo dos o tres canciones.
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