7 de Marzo del 2025 | |
Estados Unidos | |
Metal Blade Records | |
Deathcore |
01. Prisoner 666
02. Hymns in Dissonance
03. Diabolic Slumber
04. A Visceral Retch
05. Ex Infernis
06. Hate Cult Ritual
07. The Abysmal Gospel
08. Bedlam
09. Mammoth God
10. Nothing Is Coming for Any of Us
Whitechapel es una banda que muchos consideran como una de las más importantes dentro del Deathcore, y eso siempre se debió a que la guturación de Phil Bozeman, siempre una de las más impresionantes de su generación, con esa capacidad natural de cambiar de partes guturales duras y luego a partes muy agudas en segundos, algo que pocos vocalistas en su momento podían hacerlo, y luego de él muchos comenzaron a continuaron sus influencias. E inclusive se podría decir que es el único vocalista de esa época Deathcore, la que muchos consideran como la más floja del estilo de muerte, que logra distinguirse por su personalidad al cantar y esa flexibilidad en hacer las cosas impresionante en su pronunciación, porque para tener ese rango vocal, la vocalización de clara y se entiende a nivel general, y quizá acá muchos digan sobre el vocalista de Brand of Sacrifice, Slaughter to Prevail, o Lorna Shore son mejores, pues eso es una completa mentira y no superan su estilo, y fue de aquellos pocos dentro del Deathcore a resaltar hasta nuestros tiempos, así que ahora estos maestros del Deathcore presentan su noveno disco en estudio llamado “Hymns in Dissonance” editado a través de Metalblade Records. ¿Qué es lo que tendremos en este nuevo disco?... Pues veamos.
“The Valley” (2019) y “Kin” (2021) de Whitechapel fueron discos explorativos en carrera de la banda, porque comenzaron a colocar ideas progresivas y muchas más dosis djent, pero de manera inconsciente, más llevadas por el uso de notas altas e instrumentos de mayores cuerdas, siendo su disco del 2021 uno de los discos un poco más flojos de la banda, porque a pesar de tener un grado más de avance evolutivo en sus composiciones, este disco no tiene esa idea de ser un álbum solido y las canciones se pierden en las reproducciones, pero su pasado disco del 2019, las cosas si estuvieron mucho más cuajadas con ese lado progresivo y al mismo tiempo tener su lado Deathcore intenso y potente. Entonces, parece que la banda entendió el sentido de avanzar con lo que saber hacer mejor, Deathcore de buen porte y tener esa idea progresiva mucho más replegada a nivel general, y esta vez la idea funciona mucho mejor a nivel compositivo dentro de sus 43 minutos, porque se siente esa vibra a su pasado donde las cosas eran más agresivas e intensas, y con una Phil Bozeman inspirado al cantar, porque usa muchos más matices vocales, siendo nuevamente el mejor de su generación de Deathcore y este “Hymns in Dissonance” los regresa a esa sensación fuerte y directa de su estilo.
Desde que todo empieza con “Prisoner 666” y termina con “Nothing Is Coming for Any of Us”, esa vieja vibra de tener las cosas intensas esta vuelta en la banda, Deathcore como manda el estilo a sus inicios, nada de sobresaturar en muchas partes y todo se entiende a la perfección en cuanto a las guitarras de Alex Wade y Zach Householder, y aunque el doble pedal y el bajo suenen potentes, la idea de hacer entender lo brutal de su música es lo principal del estilo, porque no suena rimbombante o saturado, suena como debe de sonar este estilo potente, y con un demonio de vocalista que esta mucho más inspirado a nivel general. El disco dentro de sus 43 minutos guarda un nivel de potencia necesaria, no necesita irse por el lado más explorativo para darse a entender, solo los ritmos correctos y una parte sencilla en ritmos que tiene mucho de partes de Death Metal y notas Slam como en “Diabolic Slumber”, pero dentro de esa misma sensación, se escucha muchos de los riffs como serrucho a nivel general, y eso es lo que hizo en su momento conocido al Deathcore. Entonces, acá se tiene que decir que la formula funciona a pesar de aquellas conocidas en su ejecución y sensación, porque eso es lo interesante de Whitechapel, puede presionar su mejor época de discos pasados, y colocarle esa idea “The Valley” (2019) para encontrar más recursos en su fórmula violenta.
“Hymns in Dissonance” de Whitechapel es un disco que regresa en el tiempo con su conocido sonido potente, pero detallando las guitarras como siempre demostró ser el estilo extremo y no solo hacerlo rimbombante y sin sentido para taparte lo oídos sin sentido, por lo que, este disco dentro de su sensación tiene partes conocidas y esa sensación sesgada de su disco del 2019, pero funciona y tenia que ser como este el resultado, madurez, clásicos y directos.
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