22 de Julio del 2022 | |
Estados Unidos | |
Century Media Records |
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Extreme Metal, Jazz, Noise |
Escribir muchos años y escuchar muchas bandas dentro del mundo extremo hacen que pocas cosas te sorprendan en el mundo de hoy, y dentro de ese camino hablar con indistintas personas que hacen este tipo de música enferma, loca, visceral e insana. Te comentan que es muy difícil hacer álbumes largos por la inmensa cantidad de locura que hay dentro de su música, y quizá sea cierto, pero al mismo tiempo están equivocados, porque la música abstracta o de difícil digestión es la que aún falta por desarrollar. Donde los Youtubers viejos o nuevos inexpertos del montón dirán que la música abstracta es aquella que es más que todo Avant Garde, y todo ese concepto de niñato primarioso para decir que no entienden la música y no saben como clasificar lo que hay delante de sus oídos, y la inexperiencia en ese sentido en su mayoría es absoluta, porque para reconocer el metal extremo de verdad y no haya necesidad de colocarle Black Metal, Death Metal o lo que sea, es la verdadera capacidad para entender que lo que escuchas es un infierno auditivo en todo el concepto de la palabra, y eso es lo que ahora se tiene con “Spirit of Ecstasy” de Imperial Triumphant con casi una hora de duración.
Para mí es una alegría haber imaginado a Imperial Trumphant teniendo el reconocimiento mundial como ahora lo tiene y que sea una banda mainstream con su música, porque desde aquella vez que lo escuche en su EP “Summons to War” (2008), su música era primariosa y las ideas blackers estaban a flor de loto en todo momento y las cuales se extendieron hasta “Abominamentvm” (2012). Siendo ese el último y primer álbum de la banda donde lo Black Metal tomaría mayor predominancia en sus composiciones, porque luego con “Abyssal Gods” (2015) … ¡Uy!... ¡Válgame!... Eso rompió los esquemas musicales de lo que era considerado extremo, y aunque fuera como broma, con su disco del 2012 la banda tuvo mayor importancia y las reseñas despuntaron a la banda como la revelación en todo el mundo, pero fue debido a que en esos instantes en los parlantes la música era conocida y de uso común en muchas bandas extremas. Pero luego de años las reseñas bajaron y todo se puso más caótico, y los reseñadores o expertos de materia comenzaron a bajarle la puntuación debido a que no entendían lo que estaba en sus oídos y querían algo conocido, y no fue así, porque Imperial Triumphant avanzo sin miedo a decir, quiero que les gustes y fue así. Porque su camino se puso más frenético, abstracto y oscuro cuando salió “Vile Luxury” (2015), y ahí la gente regreso a escuchar cosas que su cerebro no podía entender y de ahí salieron video reseñas desatinadas de gente inexperta tratando de opinar que esto era Avant Garde y cosas por el estilo. Y con cero bases musicales o influencias de estaba banda, pero eso es normal, ya que la banda presento una conjunción difícil de asimilar para quienes estuvieron con Iron Maiden o Morbid Angel toda su vida.
Así que leí las reseñas y comentarios, y la gente rechazaba su música en todo sentido, porque no era usual que escuches todo lo extremo en una banda, y como no se entiende, prefiero hablar sandeces o decir muchas cosas equivocadas. Pero ante viento y marea, la banda continuó y “Alphaville” (2020) se presentó en el mundo bajo el poderoso sello alemán de Century Media Records, y ahí fue que el mundo volteo sus oídos a escuchar que pasaba, y luego de dos años de ese tremendo debut junto al poderoso sello se tiene “Spirit of Ecstasy”. Nuevamente expandiendo las razones conocidas de lo extremo, sin limites en mezclar su influencia jazzera como de los franceses de Shub Niggurath y su tremendo álbum “Les Morts Vont Vite” (1986), junto a sus matrices de Mr. Bungle, o hasta inclusive escuchar pinceladas de lo ruidoso y de muchas dosis noise que tuvo el “Revolver” (1966) de The Beatles o el “Their Satanic Majesties” (1967) de los The Rolling Stones. Junto a esa mezcla bulliciosa que tuvo Metal Machine Music “Lou Reed” (1975) y juntarse con el movimiento popular de Japanoise de los 70s y luego terminar con los maestros europeos de lo abstracto de Einstürzende Neubauten en los 80s.
Entonces, “Spirit of Ecstasy” es un disco magnánimo en todo sentido, porque agarra toda esa influencia de bandas extrañas, discos raros y lo encaja con lo asimétrico del jazz, la fuerza del metal en sus vertientes más extremas, donde la turbulencia de su música se basa en la coherencia social que tiene la mayor metrópolis del mundo como lo es Nueva York, porque debido a la caos de esa urbe diariamente, es que lo caótico toma forma en la música de Imperial Triumphant. Donde acoto el comentario que dijo Colin Marston en la entrevista hecha en Metallerium hace unas semanas, que después de mucho tiempo se adentró con una banda a grabar y mezclar en un proceso de 9 meses de pura música insana, y eso es lo que se tiene en 54 minutos de pura enfermedad musical. Y eso se retrata al detalle desde el primer segundo que entra a los parlantes “Chump Change”, donde las triadas de tones juegan notas con el bajo de un solo cuerpo jazzero y la guitarra oscura se adentra con filamentos corrosivos y duros que gracias a la magia de los efectos del instrumento crean esa nueva ola caótica que es reventada con campanazos de un platillo roto (literalmente) y eso le da forma a lo abstracto, y finalmente los blast beats jazzeros de distintos tempos en la tarola en un solo golpe hacen bastante la diferencia, y si viste Whiplash (2013), entenderás la diferencia de blast beat jazz y metaleros, porque estos son increíblemente impresionantes, y luego continuar con esa matiz latín jazz para terminar apabullantemente toda esa concepción. ¡Sin explicaciones!
“Metrovertigo” comienza un poco más calmada, pero los encajes no son nada sencillos, sino es música amorfa con disonancias y microtonales ritmos que le dan esa cadencia cruda y oscura, propio de Imperial Triumphant, y que la voz gutural sea enteramente raspada con la garganta, le da esa idea bizarra e insana que otras bandas pulen todos los días, pero acá no se necesita una mixtura gutural, sino música que refleje locura y caos social. Luego elementos extrínsecos comienzan a aflorar en su música y lograr hacer eso en la música extrema, es muy complicado en estos días y solo conozco a una segunda banda después de ellos que hace eso, y es la gente de Pyhrron, quienes tienen ese mismo concepto, música insana, y por ahí se puede mencionar a los noveles de Acausal Intrusion. Luego con “Tower of Glory, City of Shame” la música se presenta como se hizo en sus dos últimos álbumes, es como estar brindado un aspecto conocido dentro de la música de la banda y así le encuentres el hilo entre el caos urbano y el continuo crecimiento amorfo que esta banda tiene en nuestras vidas, y como este ambiente puede complementase con lo nocivo y asfixiante para el cerebro humano.
“Merkurius Gilded” tiene uno de los mejores videos extremos dentro en lo que va del año, porque es de aquellos videos que la música te habla de cosas enfermas y terror urbano republicano, pero el detalle dentro de ese video es la dirección hecha por el bajista de la banda Steve Blanco, quien crea enfoques descocados en situaciones donde la mayoría de bandas extremas contrastan con imágenes aceleradas y brutales, y de ahí el contexto de estar ante un fiesta privada y todos los placeres dentro de ella se van exponiendo en cámara lenta detalladas al máximo, son de lo mejor, porque es una noche juegos y la naturaleza humana y salvaje sale a flote dentro de la opulencia de una sociedad corroída por el poder y el dinero, y los invitados como Kenny G y Max Gorelick le dan esa milla extra que muchos invitados en otros álbumes no producen, porque aparece la personalidad de ambos personajes en lo noise y caótico de la música, y acá los blast beats son detalles nuevamente personales, ya que sube hasta los 270 o 280 bpm y luego el cambio de tempo dentro de ellos es abrumador en un contexto donde ningún instrumento se pertenece en secuencia rítmicas, sino notas exactas que determinan su locura y personalidad.
“Death on a Highway” es una monstruosidad de canción de canción desde el inicio, y acá la música sigue la misma secuencia de otras canciones pasadas desde el 2020 o mucho antes, para que nuevamente le encuentres el hilo musical y no divagues a que banda pertenece esto. Porque la evolución existe, pero luego se adentra en una mar de personalidades de muchos sabores, donde Steve, Kenny y Zachary hacen lo que le das la gana (literalmente) para encontrar una fusión musical entre todos y tengan música demasiadamente avanzada para nuestros tiempos. Porque, detalles noise y sintetizadores entre caos de notas musicales disonantes son los principales elementos que le dan ese distintivo frenético. Luego con “In the Pleasure of their Company” de inicio jazzero y blues, con ese trastorno auditivo que muchas veces el jazz te lo brinda, y con algunos detalles grindcore como paso alguna vez con Naked City en su primer álbum del mismo nombre de 1990, donde por obvias razones Imperial Triumphant le una personalidad mucho más aberrante y extrema deacuerdo a nivel de producción que ahora la música necesita.
Terminando el disco se tiene “Bezumnaya” y “Maximalist Scream”, siendo la segunda canción la que inicialmente fue la primera probada de este “Spirit of Ecstasy”. Entonces, ambas están conectadas entre sí, porque la primera sirve de preludio alocado y frenético que abre las puertas a “Maximalist Scream” con gritos de pavor desde el inicio, olor a muerte y oscuridad presente durante los 6 minutos con 58 segundos, porque acá es una de las pocas veces que lo progresivo dentro de sus escalas y el análisis técnico comienza a tener mayor realce y se asoma con mayor contundencia, pero con el objetivo de preparar la cama de todo lo que contiene la canción a nivel general. Y nuevamente hago hincapié del tremendo video musical que dirigió Steve blanco para la canción, porque nuevamente no es el típico video musical de música extrema que te pone monstruos, imágenes oscuras o algo de rápidas imágenes para demostrar que esto es extremo, sino darle una sensación de calma dentro de la bulla infernal que tienes delante de lo oídos, y ojo, la adición de Snake de Voivod, simplemente es impresionante, porque la banda pensó en el mejor momento incluirlo y de como su timbre personal crea el ambiente necesario para darle paso a teclados sin forma, batería que no deja de machacar, y al final regresar a su momento inicial de todo el álbum.
“Spirit of Ecstasy” de Imperial Triumphant es una obra majestuoso e incomparable de música que no tiene límites, donde lo conocido se pierde, y lo desconocido se crea bajo su premisa personal. Y con ella crear su propia dirección, que por ende, no la vas a escuchar en otras bandas actuales, porque a esto se le dice metal extremo, lo demás y tradicional dentro del metal en sus vertientes death, black, grindcore, etc ya se escuchó en muchas bandas, pero acá todo es propio, abstracto, técnico, bullicioso y cualquier otro adjetivo o sinónimo de extremo o ruido encaja a la perfección, y se puede hablar de más cosas que solo tienen estos estadounidenses, pero lo dejo a criterio de los noveles y gente que después de esta reseña escucharán los discos mencionados en párrafos anteriores. Así que estamos ante lo nuevo dentro del Metal extremo, y sino te gusta o no entiendes (siendo lo último que se adapta mejor), pues capacítate más en lo que fue la bulla/noise desde los 60s, 70s, 80s y 90s y más universos que encontrarás el hilo a lo que ahora tiene entre manos Imperial Triumphant. Porque no estamos ante un disco del montón; estamos ante una banda y álbum que habla y expresa originalidad en tiempos donde todo ya se hizo, y que esta idea pueda tener aspectos visuales y auditivos les brinda posibilidades infinitas dentro del rubor extremo, que no necesita símbolos oscuros, demonios o que se yo de aspecto clásico, sino actitud para darte miedo, y eso es lo que hay acá en casi una hora de música hecha y creada por gente de otro universo.
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