12 de Enero del 2024 | |
China | |
Independiente | |
Black Metal, Metal progresivo, Avant-Garde Metal |
01. Μῆνιν ἄειδε, θεὰ παραμαινομένη ἐμοῦ...
02. Παραδειγματιζομένη μουσική
03. Ἡ τῶν λυσσημάτων ἄγγελος
04. Συμμαινόμεναι Διονύσῳ Ἐλευθέριῳ
05. Συμμιαινόμεναι Διονύσῳ Ἐλευθέριῳ
06. Ἄπαυστα θεία μανία
A principios de este 2024, pudimos conocer el cuarto álbum de estudio de este misterioso proyecto del que lo único que se sabe es que su cerebro se llama Liu Zhenyang, quien además tiene otro paralelo conocido como Vitriolic Sage. El músico en cuestión es de origen chino, aunque al parecer reside en Francia desde hace un tiempo. Algo que ha llamado mucho la atención en Ὁπλίτης, es que se haya inclinado por ofrecer textos en griego y que lleve cuatro álbumes de estudio en tan solo dos años. Y ojo, que en los anteriores ha recibido valoraciones muy positivas. Veamos qué nos depara el que tenemos entre manos.
Παραμαινομένη (Paramainomeni) es el título del más reciente de todos ellos, y tal y como ha sucedido con sus antecesores, tenemos un cóctel sonoro que combina multitud de estilos como el black metal disonante, metal vanguardista y metal progresivo. Ahora bien, también hay pinceladas de mathcore, brutal prog, death disonante y hasta puntuales resquicios thrash. Casi nada. A pesar de todo esto, el álbum sorprende por su cohesión, algo realmente difícil de conseguir con tantos trazos sonoros y enormes dosis de experimentación.
La obra comienza con “Μῆνιν ἄειδε, θεὰ παραμαινομένη ἐμοῦ…”, que en sus primeros compases presenta un delicado arpegio de lo que parece ser un bouzouki. Se acompaña con algunos cantos griegos y una percusión tribal, aunque al cabo de unos segundos la tranquilidad vuela por los aires. El estallido da paso a una avalancha de riffs intensos, saxofones que disparan a todos lados y a los característicos y virulentos gritos de Liu Zhenyang. Lo bueno es que el artista sabe cómo hacer transiciones con sentido, a la vez que también muestra pericia a la hora de combinar instrumentos tradicionales con los característicos del metal.
Composiciones como “Ἡ τῶν λυσσημάτων ἄγγελος“” destacan por su complejidad, con cambios de tempo fascinantes, guitarras que van de lo preciosista a lo más contundente, pero siempre dejando espacio para estructuras más experimentales e inesperadas. Otro de los cortes más brillantes es la segunda parte de “Συμμιαινόμεναι Διονύσῳ Ἐλευθέριῳ”, que siendo más contenido en minutaje, ofrece una combinación de melodías y de instrumentos que muestran todo lo que el músico lleva dentro. Por su parte, en “Παραδειγματιζομένη μουσική” vuelve a hacer uso del saxofón, esbozando momentos de jazz vanguardista entre toda la amalgama de sonidos explosivos. Incluso se permite el lujo de dedicar la pieza final a una especie de folk griego que aporta un contexto y algo de calma tras el paso del huracán.
En definitiva, y a pesar de que su música no es para todo el mundo, las ideas fluyen de forma natural, sin que el resultado parezca forzado. Si bien la mayor parte de su música transita entre un black disonante empapado de estructuras progresivas, vanguardistas y experimentales, no es lo único que vas a encontrar aquí. Como digo, aunque sea en contados momentos, ha dejado espacio para thrash, death y hasta mathcore, pero lo que asombra es, principalmente, la absoluta cohesión que aquí reina. Dentro del metal extremo es uno de los mejores discos que he escuchado este año, y eso no es precisamente fácil. A por más, señor Liu.
Páginas oficiales: