23 de Agosto del 2024 | |
Italia | |
Nuclear Blast Records | |
Symphonic Opera Death Metal |
01. Ode to Art (De' sepolcri)
02. I Can Never Die
03. Pendulum
04. Bloodclock
05. At War with My Soul
06. Morphine Waltz
07. Matricide 8.21
08. Per Aspera ad Astra
09. Till Death Do Us Part
10. Opera
Es increíble que haya pasado 15 años desde aquel “Oracles” (2009) de Fleshgod Apocalypse, disco que fue una tremenda expresión Brutal Death Metal que venía fuertemente influenciada por Hour Of Penance, y eso debido a que Francesco Paoli venia de ese semillero. Entonces, luego de 2 años esta banda italiana nos presentaría uno de los discos más innovadores de los últimos 14 años con “Agony” (2011), disco que cambio las reglas del juego para siempre dentro del Death Metal y lo extremo, e inclusive hoy en día se puede decir que hay bandas de lado Symphonic Deathcore que beben directamente de ese disco. Así que después del lanzamiento de ese disco, las cosas en la banda estallaron y hasta el día de hoy es uno de los mayores estandartes de su escena extrema de lo últimos años. Así que pasaron muchas cosas en la banda y ellos mismos siempre están en ese camino de tratar de mover las ruedas de su tren con nuevas producciones, aunque en este camino sea muy difícil hacerlo muchas veces. Y ahora tenemos su sexto álbum en estudio llamado “Opera” a través de Nuclear Blast Records. ¿Qué es lo que tendremos en este nuevo álbum?... Pues veamos.
Muchas cosas pasaron desde “Agony” (2011), porque luego con “Labyrinth” (2013) la banda se fue a otras instancias y se alejo de lo que lograron, e inclusive recuerdo haberme comprado ese disco sin escucharlo antes, pero cuando lo escuche, lo vendí automáticamente, porque el disco los condujo a otras escenas. Entonces, luego vino “King” (2016) y “Veleno” (2019) los cuales fueron discos que regresaron a la banda a su progreso del 2011, pero al mismo tiempo los encasillaba de una manera muy metódica en su música, y eso al mismo tiempo es normal, porque muchas bandas logran una personalidad y después salir de eso, se hace complicado y claro ejemplo de eso fue Children Of Bodom, que no pudo salir de su sonido de sus 4 primeros álbumes, y eso debido al tremendo estudio que hizo para poder salir del común denominador. Y dentro de este sentido, Fleshgod Apocalypse tiene este mismo sentido, haber logrado algo personal y al mismo tiempo no poder salir de ese sonido, así que ahora luego de 5 años de su anterior producción tenemos este “Opera”. ¿Podrán romper su propio molde?... Pues veamos.
Desde que todo empieza con “Ode to Art (De' sepolcri)” y termina con “Opera”, el concepto de Opera como música se siente mucho más incrustado en su música, ahora los espacios de Veronica Bordacchini son más pronunciados en el disco, y este nuevo álbum funciona con una especie de idea conceptual entre actos e intercambios de voces guturales y limpias, e inclusive por momentos ideas cuasi alternativas como en “Pendulum”, pero son cosas impensadas, solo usaron puentes para enlazarlos con las áreas aceleradas o brutales de su música. Lo cual resulta muy interesante, porque la banda esta tratando de presionar su propio sonido e irse por otras vertientes musicales que le den otras alternativas, y obvio la batería milimétrica y acelerada es de lo mejor. Y ojo, esto no tiene nada de Technical Death Metal, esto viene de un concepto más operístico y sinfónico, y los intercambios de solos de teclado y guitarra de “Pendulum” son de lo mejor, porque amplían algunas cosas. Entonces, hay variaciones a nivel general dentro de su música, pero que van dentro de un concepto más clásico que moderno a nivel extremo, y solo el sonido en estudio es lo que provee esa idea moderna, porque todo lo demás este envasado en cosas conocidas de otras esencias musicales, y claro ejemplo de eso es “Matricide 8.21”, que sin ningún problema puede sonarte a una canción de Épica o Nightwish, o inclusive Stratovarius.
"Opera” de Fleshgod Apocalypse es un disco que se siente una extrema fuerza de querer salir de sus parámetros conocidos, quizá no como muchos esperan, pero esta idea inicial tiene un concepto muy llamativo dentro de sus 43 minutos, donde la banda amplió mucho más sus horizontes.
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