29 de Abril del 2022 | |
Estados Unidos | |
Transcending Obscurity Records | |
Progressive Technical Death Metal |
El año pasado Transcending Obscurity Records presentó dos grandes pilares dentro del Technical Death Metal, como lo fueron Diskord y Replicant con sus últimos álbumes. Los cuales fueron producciones sorpresivas en el mundo extremo, porque traían de vuelta ese sonido disonante y jazzero creado por uno de los discos más infravalorados de finales de los 90s, que es el “Obscura” (1998) de Gorguts. Y es acá que tengo que resaltar un detalle sobre este álbum, porque conozco a muchas personas dentro del mundo extremo que escuchaban Death Metal y derivados, que hablaban sonseras de ese disco y desconocían lo que había pasado ahí, e inclusive cuando yo mencione muchos años después ese disco, la ignorancia era atrevida de lo que había hecho ese álbum en nuestros tiempos, porque se enfocaron en el hoy y no en el pasado. Pero eso es normal con personas que a finales de los 90s que estuvieron escuchando Nu Metal y derivados en la radio.
Entonces, mi sorpresa dentro de este ambiente de conocimiento y de todas las reseñas sobre este tercer álbum de Dischordia llamado “Triptych”, es que algunos le atinan y otros quieren buscar recovecos equivocados y no mencionar el álbum de 1998 de Gorguts, además de que es increíble como el mundo olvida el “Nespithe” (1993) de Demilich como influencia de esta clase de bandas, el cual le dio una base mucho más técnica abstracta que bandas como Death y derivados dentro del mundo extremo, sin olvidar que fue una de las primeras bandas en colocar detalles microtonales junto a los monstruosos de Rottrevore de por medio, además de anexar toda esa corriente neoyorquina de inicios de los 90s como Afterbirth, quienes ya jugaban con esta idea jazz, progresiva, técnica y brutal dentro del Death Metal, y le colocan muchas dosis Slam en su momento. Entonces, dentro de esta recopilación de bandas que influenciaron a Dischordia se tiene la presencia de una casi novel banda (frente a las otras influencias) llamada Artificial Brain, el cual menciono debido a la conversación que tuve con la banda sobres sus influencias para este “Triptych”. Y el cual tiene mucho de cierto, pero al mismo tiempo es otra banda que recopila las primeras influencias mencionadas.
De primera instancia “Triptych” es un disco avasallador y que supera a sus viejas producciones con creces, lo cual es bueno en muchos sentidos, porque los 6 años de trabajo que se dieron entre este y “Thanatopsis” (2016) demuestran la dedicación instrumental que la banda puso a su tercera producción, desde una portada partida en tres experiencias distintas en un vidrio de catedral y creada por Gianna Martucci-Fink. Donde la locura, la oscuridad y lo malévolo se unen como fuente principal de inspiración para esta banda; quienes buscaron a la persona idónea para el sonido de su música y que tiene en sus proyectos los mismos enfoques progresivos, jazz, técnicos y disonantes que realiza en su estudio The Menegroth en Nueva York. Y que posiblemente este señor llamado Colin Marston sea parte de toda esta secuencia de bandas con sonidos disonantes en estudio, porque si conoces su trabajo, te darás cuenta que su producción de estudio juega un papel importante en la música de Dischordia, y que es reconocible en muchas otras producciones desde hace 7 a 10 años dentro del mundo extremo en muchas versiones Black Metal, Death Metal, Grindcore y más. Entonces, esta idea de “Triptych” confluyo bastante en cosas que se están manipulando muchos años antes dentro del metal extremo, y que ahora concibieron un disco de grandes magnitudes.
Desde que todo empieza con “Minds of Dust”, las influencias Gorguts son desbordantes, y esta vez la banda decide añadir a esas sensaciones disonantes y técnicas, con encajes progresivos y jazz enfocados en el bajo de Josh Turner. Quien aprovecha perfectamente los segundos disonantes para colocarle dinamismo con notas jazzeras y slaps funkies, y de ahí las secuencias sueltas e intensas demuestran el potencial de Josh Fallin en la batería para crear universos de acordes a los encajes progresivos y técnicos que la banda merece, especialmente creando esquemas de tempos o beats complicados. Donde lo único plano a nivel general es la guturación, pero que sirve de pegamento para que la música se haga digerible, ya que, dentro de bastante mixtura de notas y secuencias, tener una guturación de muchas texturas podría haber sobrecargado la música. Luego con “Bodies of Ash” esta misma diversidad de secuencias y capas brutales comienzan a nutrir su progresión natural, y las notas marcapaso disonantes y agudas sin efecto, son de lo mejor para darle paso a lo curioso del álbum, la flauta, con un enfoque espacial y de misterio que me hizo regresar en el tiempo con bandas como los suecos Pan.Thy.Monium.
“Spirits of Dirt” es la consecuencia de todo lo explorado en sus primeras canciones, y esta vez los blast beats de 220 bpm intercalados son lo llamativo de la canción, y de como esta mixtura presenta el misterio con sintetizadores y teclados espaciales que me recuerdan en muchos sentidos a lo que paso en el “Thresholds” (1992) de Nocturnus, porque el enfoque general de la canción es tener ese pensamiento astral en su música. Luego con “The Wheel”, “The Whip” y “The Carriage” se empieza el segundo vidrio de catedral del álbum, ubicándonos en la oscuridad de sus ritmos y de como la banda trata de crear ese universo opaco, loco y crudo que le diera una identidad personal a la música de la banda. Y de cierto modo, lo logran, porque existen personalidades disimuladas que están buscando un modus operandi para crecer o pensar en cual será el siguiente paso dentro de lo abstracto del Death Metal. Sin olvidar que en la segunda canción de este bloque el inicio Matchore de estilo Car Bomb se hace presente en su música de una manera magistral, pero que al final no opaca el contenido Death Metal, sino le da una sensación más que se mezcla con notas djent en todo el recorrido.
Llegando al final del álbum tenemos el tercer vidrio de catedral que presenta la locura de este “Triptych” con “Panopticon”, “Purifying Flame” y “Le Petite Mort”, donde lo disonante se pone más bruto, abstracto y la idea de solo decirle Technical death Metal no encaja perfectamente, y se tiene a una bestia muchos más extrema que no le interesa mezclar ritmos y sensaciones de estilos alejados del metal, sino crear esa masa bruta incoherente en muchos sentidos que dan forma a un agujero negro adictivo con cada pasado de las canciones, que a pesar de no tratarse de un álbum conceptual, la música crea esa sensación de cuerpos y capítulos, porque en la primera canción de este último bloque colocarle el saxofón de manera de arranque y sesgada y luego crear la diversidad de esquemas y tempos, le da esa personalidad que la banda añora a grandes rasgos. Los cuales terminan siendo abstractos con notas al aire, que no son disonantes, sino abstractas y que colindan con lo djent o por la cadencia de notas de guitarras de 7 cuerdas u 8 cuando el riff sobrepasa las notas comunes; y al final de álbum nos regalan un vació psicótico que me hizo recordar mucho a lo que pasaba en Deathspell Omega en “Si Monvmentvm Reqvires, Circvmspice” (2004).
“Triptych” de Dischordia es un disco que pisa fuerte este 2022, donde la versatilidad de estructuras, las texturas de sus esquemas y dinamismo de sus sensaciones oscuras, técnicas, jazz, progresivas y disonantes demuestran que estamos ante muchos años de trabajo personalizado que desemboca en una producción magnánima. Donde no interesa ser Death Metal, sino que solo tu cuerpo se deje de llevar auditivamente por la masa bruta y apocalíptica que tiene la música de este trío proveniente de Oklahoma, Estados Unidos. Un gran álbum que presenta cosas conocidas, pero la conjunción de estas trae consigo mucha personalidad y posicionamiento extremo que dará mucho que hablar en los siguientes años y porque no decirlo, en las siguientes generaciones como clásico de clásicos.
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