11 de Noviembre del 2022 | |
Suecia | |
Napalm Records | |
Doom Metal, Heavy Metal |
A un año de los 40 de la creación de Candlemass, y 13 álbumes en estudio incluyendo este “Sweet Evil Sun”. Los suecos parece que no tienen limites para seguir sacando nuevas producciones y mejor aún, seguir teniendo esa fortaleza y pesadez de siempre. Además, que desde 1982, casi la misma alineación se mantiene activa, y desde el regreso de Johan Längquist a las voces desde el 2018. Ha sido un gol de media cancha para la banda, porque para los más fieles a su música y quienes esperan siempre clásicos comparados a su primer álbum “Epicus Doomicus Metallicus” (1986). Pues ahora pueden hacerse de la idea que los pueden ver con esta solida alineación. Entonces, ¿Tendremos un disco importante antes de cumplir sus 40 años de actividad?... Pues veamos.
A estas alturas de la cultura musical y toda la información que sale en las medios y redes sociales, no conocer a Candlemass, sería como un pecado. Entonces, no hablaré de su pasado y solo me enfocaré en lo que esta pasando en este nuevo “Sweet Evil Sun”. Y las cosas son las que esperas de la banda, además de que en comparación de su “The Door to Doom” (2019), la energía de la banda esta mejorada, y coincide completamente con lo que me comento Mappe Björkman en la entrevista que saldrá en unas semanas diciendo que “la banda se encuentra en su mejor momento después de mucho tiempo”. Y es cierto en todo sentido, porque las canciones están dentro de lo que se conoce, luego hay detalles como en “Angel Battle” con ese aspecto Heavy Metal épico después de los coros que le dan una nueva vida a su música, y obvio no será algo novedoso, pero encaja bien después de las dosis pesadas en su música. Siendo por eso detalles que muchos adoramos partes de su clásico “Nightfall” (1987). Luego otro detalle llamativo es el nombre del disco, porque hace alusión a lo que estamos pasando en nuestros tiempos post pandémicos según las palabras de Mappe y una guerra a nivel general, porque todos despertamos muchos años con la dulzura del sol radiante, pero ahora esa dulzura cada día tiene su lado malvado.
Desde que todo empieza con “Wizard of the Vortex” y termina con “A Cup of Coffin (Outro)”, el Doom Metal de Candlemass es atemporal y su música esta intacta, además de siempre colocar partes heavies y otros rock and roll como en “Black Butterfly”, con unas letras super pegajosas que dicen “Children of the Darkside, children of the grave…Moonlight is a crimson” con esa voz ronca y apretada al máximo. Teniendo esa mezcla interesante de antaño y de muchos discos pasados, donde la pesadez y lo heavy se cruzan, además de colocarte esta vez en el solo de guitarra un pequeño atisbo de influencias arabescas. Entonces, se tiene un álbum balanceado, donde la energía de la banda se siente bien y la voz de Johan tiene un poco más de matices comparado con Robert Lowe, además que los años alejados de la banda maduraron mucho más su voz, y eso a nivel madurez lo hace interesante. Luego otro detalle interesante es como Jennie-Ann Smith de Avatarium introduce su voz de invitada en “When Death Sighs”, porque más allá de acordes y esquemas, este tema se siente como una presentación teatral de lo que puede hacer Candlemass con fusión de voces.
“Sweet Evil Sun” de Candlemass es interesante de escuchar, porque te trae viejas sensaciones y al mismo tiempo te presenta una banda que dentro de su propia influencia presiona con nuevos detalles su música, no se aleja de lo que se conoce, pero se nota la perfecta cohesión musical del disco. Buen álbum.
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