23 de Agosto del 2024 | |
Canadá | |
Profound Lore Records | |
Black Metal |
01. Fevers and Suffering
02. At Wine-Dark Midnight in the Mouldering Halls
03. Aristocratic Suicidal Black Metal
04. The Horn Marauding
05. Less and Less Human, O Savage Spirit
06. A Coin Upon the Tongue
07. Twelve Moons in Hell
“A Diabolic Thirst” (2021) de Spectral Wound fue un disco realmente violento y chacal, que no necesita de lo que usualmente hace a Canadá grande, ósea ideas progresivas, técnicas o le coloca detalles algunas cosas abstractas; y ese disco fue una monstruosidad a nivel general, el cual fue uno de los pocos durante ese año que me devolvió la fe en el Black Metal por tener esa esencia cruda y sin nada de atribuciones de otro tipo, o ideas melódicas o depresivas que empeoraron el sabor del Black Metal desde hace más de 10 años. Entonces, gracias a ese disco, esta banda canadiense estuvo en mi radar durante estos tres últimos años para escuchar una siguiente producción, y ahora en los parlantes se encuentra se encuentra su cuarto álbum llamado “Songs of Blood and Mire” y editado nuevamente a través de Profound Lore Records. ¿Qué es lo que tendremos en este nuevo disco?... Pues veamos.
Hablando de lo salvaje y chacal del Black Metal, recuerdo en una conversación que tuve con un cámara de la web y le comentaba que la esencia de este estilo es aquella que tiene chacalidad y salvajismo en todo el disco, sin olvidar que la oscuridad es uno de los principales motivos de porque este estilo se llama Black Metal. Porque ahora bandas como Uada, MGla, Gaerea y demás tiene un sonido muy bueno y una propuesta conocida gracias a los grandes de Dissection, pero curiosamente estas tres bandas olvidaron tener esa idea oscura de por medio y darte una idea terrorífica en el estilo, siendo ese uno de los principales elementos del estilo desde su aparición a mediados de los 90s. Entonces, dicho esto “Songs of Blood and Mire” nuevamente retoma ese camino perdido por muchas bandas, hacerlo salvaje, opaco, terrorífico y que si lo escuchas caminando en las montañas, te de miedo caminar en la oscuridad, pero no porque un ser humano este ahí para matarte o robarte, sino otra clase de fuerzas consuman tu vida, eso es lo que llama la atención de este disco, y nuevamente Spectral Wound son unos maestros en entregarte este sentido sin más gracias a la tremenda guturación de Jonah, quien es el principal gestor para que tengas miedo de escuchar su álbum.
Desde que todo empieza con “Fevers and Suffering” y termina con “Twelve Moons in Hell”, y como se dijo en pasadas críticas, la portada del álbum, el sonido de disco y encima tener en los 43 minutos pura chacalidad en su Black Metal, pues aseguran un disco inmenso a nivel general, porque se salen de los conceptos tradicionales del Black Metal de nuestros tiempos, donde una banda está vendiendo bolas de navidad, otras se tapan las caras con mascaras y capuchas, y se hacen uno más ocultistas que otros, y tienen un sonido pulido en estudio para que sea despampanante en todo sentido para hacer Black Metal Fashion week. Entonces, dentro de este sentido, Spectral Wound tira todo eso a la basura y hace música oscura y violenta con detalles oscuros, tiene sus lados melódicos, pero como existe suciedad en sus efectos, eso le da un sabor increíble a nivel general. Porque no hay necesidad de hacerlo super limpio, sino colocarle oscuridad al riff, y luego de eso la batería no tiene una producción o triggers dentro de los golpes, y se siente como si hubiera sido grabado todos en un solo cuarto y lo hubieran puesto al natural, el bajo tiene presencia fuerte de solo notas cortas, y finalmente la voz del disco es de lo mejor del álbum porque es exasperante, feroz y es de esa clase de guturaciones agudas que evocan maldad en todo sentido.
“Songs of Blood and Mire” de Spectral Wound es un disco que te incita a hacer rituales, provocar caos a tu alrededor, caminar por las montañas esperando encontrarte con entidades desconocidas, y tener ese pavor que después del siguiente minuto puede ser tu último día en este mundo. Siendo esa es la sensación que provoca este cuarto disco de los canadienses, quienes presentan una tremenda propuesta Black Metal y de lo mejor del año hasta el momento en su estilo. Nada de producciones ostentosas, nada de oscuridad falsa, nada de blackers de fines de semana, nada de ideologías vacías, solo puro y crudo Black Metal de esencia vieja y con ese temor de escuchar música intensa.
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