19 de Julio del 2022 | |
España | |
Fighter Records |
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Heavy Metal |
Una de las mejores cosas que dio España al mundo a nivel metalero y hard rock, fue tener una escena solida de bandas Heavy Metal, Hard Rock y Power Metal con muchos nombres importantes dentro de esa escena de los 80s y 90s. Así que tener un cuarto un álbum de los míticos Excalibur siempre será un detalle llamativo para muchos amantes de esa gran escena que tuvieron en los 80s, porque “Generación Maldita” (1988) fue un álbum que paso desapercibido a nivel general, pero que fue una obra genial para finales de los 80s y luego su segundo álbum de 1996 ya no pudo tener ese impacto en la generación de esos momentos extremos en el mundo y la banda se tuvo que disolver. Entonces, luego la banda decide regresar en el 2013 con un EP y posteriormente un regreso tibio con “Humo Negro” (2017), pero ahora con “Volando Hacía al Infierno” retoman esa sensación hard rock heavy dedicado para amantes latinos.
Es curioso escuchar a Excalibur con este “Volando Hacía al Infierno”, porque es como si el tiempo se hubiera estancado en todos los aspectos dentro de la música de Excalibur, desde los ritmos influenciados por Poison, las voces en coro estilo 80s, solos hard rock y finalmente una producción en estudio que retrata a la perfección su primer álbum en estudio, con ese sonido creado por los equipos análogos de la época, y que te recuerda muchos programas de televisión de aquellos hechos en Latinoamérica con colores en televisor raros y no de alta definición y veas las moda de calentadores en los pies mientras las personas bailan en cualquier programa o los pantalones de paracaídas, leggins, los presentadores con terno pitillo con lentes, y por ahí ver a Cobra esperando a entrar en escena en cualquier momento. Esa es la impresión que te recrea la música y todo el sonido que hay en los 42 minutos de este cuarto álbum de los españoles.
Es impresionante como un disco del 2022 pueda recrear todo eso en tu mente desde que todo empieza con la homónima del álbum “Volando hacia el infierno” y llegas hasta el final con “Aracné”. Todo me hace pensar que grabaron análogamente los instrumentos, porque la batería tiene detalles que lo digital obvia para darle finura, y el sonido del teclado tiene ese brillo de bandas de aquellos, el cual se puede hacer con la tecnología de hoy, pero se siente la transmisión de pisar las teclas o solo quizá sea yo, pero se siente que la música es muy orgánica en muchos sentidos, y como lo dije en la reseña de lo último de Sinner. Mientras que las bandas de estos años están tratando de copiar y pegar lo mismo de muchas bandas conocidas, las bandas que crecieron dentro de esta explosión metalera y hard rockera en el mundo lo saben hacer mejor que las nuevas bandas, y este cuarto álbum es una prueba que el corazón existe aún dentro del Heavy Metal.
Ojo, la banda no esta creando o haciendo las cosas distintas dentro del Heavy Metal y mucho menos dentro del Hard Rock, pero la sencillez y honestidad de su música es tan apabullante que “Volando hacia el infierno” de Excalibur se posiciona como un buen álbum dentro del Heavy Metal de corazón propio, y eso en tiempos de calcomanías, pesa bastante. Porque hasta ganas de usar mi teléfono con cable y marcador circular me dieron ganas, o mi ladrillo gigante tenerlo a la mano. Esa es la sensación que esta banda española produce, y ante eso no hay comparación, porque las demás no producen eso, y muchas veces la nostalgia pesa, y esta es una de las contadas veces que la nostalgia peso.
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