09 de Diciembre del 2022 | |
Australia | |
Season of Mist |
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Black Metal, Post Metal, Pop |
Muchas veces pienso que las existencias de Alcest y Deafheaven dentro del Black Metal fueron algo negativo para el estilo y hasta perjudicial para este, porque hizo de este un ambiente mucho más pop o hasta accesible para personas normales (sé que suena celoso, pero así lo siento). Perdiendo el misterio y la curiosidad de escuchar a una banda de Black Metal de como yo comencé a escucharlo a mediados de los 90s, con bandas como Burzum, Mayhem, Impaled Nazarene, Beherit, Emperor, y más. Las cuales eran agresivas, oscuras y te daban ganas de saber que es lo que pensaban con su ideología, pero ahora con todo este movimiento influenciado por The Cure, Cold Play y hasta de muchas sazones shoegaze, es que se perdió el verdadero sentido de crudeza y oscuridad que te daba ese estilo musical. Entonces, con este sentido más pop, es que llega a mis oídos la cuarta producción del australiano de D. (que cliché más común) llamado “The Falling Tide”, presentando esta mezcla pop, rock con trémolos black metal de por medio. ¿Podrá este disco cambiar mi manera de pensar de esta corriente débil de lo que ahora se hace llamar Black Metal?... Pues veamos.
Como lo dije siempre, discos como este “The Falling Tide” de Woods of Desolation no me despiertan el interés de escucharlos completamente, pero como buen critico me adentro dentro de lo que menos me gusta o llama la atención. Y tengo que decir con un contundente no, que la banda cumple ese patrón de mezclar el lado rock/pop de bandas como Cold Play, The Cure, Klimt 1918 o hasta el opening del anime Ergoproxy llamado “Monoral” de Kiri. Entonces, a esta idea pop/rock le coloca cada cierto tiempo elementos Black Metal con trémolos conocidos que duran pocos segundos y muchos elementos post metal que los aleja cada vez más de ese concepto “black metal”, porque que haya guturales no significa que sea metalero. Y prueba de eso son bandas noise de los 70s en Japón, donde todo era guturaciones y bulla sin sentido y no tenía riffs metaleros. Luego en todas las canciones es escuchar muchos openings K-pop de hace 30 años en Japón, con sus chispas metaleras. Algo que poco a poco comienza a incomodar, porque esto ya tiene otro enfoque Rockero y poco metalero.
Desde que todo empieza con “Far from Here” y termina con “Anew”, los patrones y esquemas podrían ser interesantes si hubieran sido creados hace 30 años o por ahí en medio, pero luego de una tonelada de bandas de este mismo calibre, unas más felices que otras, pues es como dar una vez más la vuelta a la cuadra para llegar a tu trabajo. No quieres hacerlo, pero tienes que, porque es el único camino que existe, ósea un poco forzada la situación. Y ojo el ambiente melancólico o triste está desaparecido, acá todo es más alegre que “Yellow” de Cold Play. Por otro lado, si trata de decir soledad con sus ritmos, pues es lo contrario al usar ritmos pop, porque todo es accesible y para nada melancólico. Solo música bien tocada, bien grabada y bien cohesionada, que al final es lo que más resalta dentro de todo el disco y sus 36 minutos, siendo esos los detalles positivos junto a la portada hecha por Lucas Ruggieri. Pero en sensaciones es demasiadamente variable y es un tren de sube y baja.
Llegamos a la parte del veredicto. “The Falling Tide” de Woods of Desolation es para personas inmersas en este mundo “melancólico” o “depresivo”, quienes esperan una y otra vez sentirse acongojadas por algo que no existe o disimulan su influencia pop dentro del metal. No es mal disco a nivel de grabación y ejecución, pero a nivel de ideas bebe mucho de otros ambientes musicales que disipan su faceta personal o black metal. Música de un solo sentido y de muchas variantes, si sabes que existen otras bandas cuando cruzas el puente metalero y pasas a lo mainstream. Así que regreso mejor a escuchar Kiri o Klimt 1918, porque me dio motivo para escuchar esas bandas de mayor personalidad.
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