03 de Febrero del 2023 | |
Alemania | |
Massacre Records | |
Instrumental Progressive Metal |
Victor Smolski es conocido por su participación en Rage y presentar discos relevantes con los alemanes, pero desde 1996, el siempre tuvo su carrera como guitarrista separada de sus otros proyectos o bandas en la que estaba en su momento. Por eso siempre estaba presentado sus producciones personales desde su EP en el 1996, luego producciones de larga duración y algunos compilatorios de por medio antes de esta nueva placa llamada “Guitar Force”. Entonces, la música de este guitarrista alemán tiene sabores de muchos estilos que se enfocan en algo mucho más progresivo y algunos detalles de neoclásicos. ¿Qué tendremos ahora en este nuevo álbum? Pues veamos.
Como lo dije en muchas otras críticas dentro de Metallerium, al tener la matriz progresiva en su música, “Guitar Force” de Victor Smolski puede irse por cualquier camino, colocarle metal rudo y aguerrido, otras veces piruetas musicales en los solos de guitarra, luego partes aceleradas, partes sinfónicas en algunos casos como en Self-Blinded Eyes” y más estilos por segundo dentro del metal. Siendo ese el factor interesante de toda la música de Victor, porque es un disco instrumental interesante y aderezado con buenas sensaciones. Desde que todo empieza con “Guitar Force” y termina con “Unity”, es grato escuchar los distinto aderezos que coloca este guitarrista alemán a su música. Colocándole hasta partes con arpegios como en “World of Inspiration”. Luego es innegable no decir que muchos de los riffs en todo el álbum tienen ese sabor de Rage, y eso es porque el fue uno de los creados del tremendo álbum “Soundchaser” (2004), porque tiene esa fuerza de golpe y rítmica que te da una banda de Power Metal, con bastante speed en medio.
“Guitar Force” de Victor Smolski encaja muy bien las ideas y sensaciones, un disco groso de escuchar, nada por mejorar. Todo esta dentro de su matriz principal, y lo mejor de todo, y creo que puede ser la parte complicada, al ser un disco instrumental y de brillo en la guitarra, todo tiene el aderezo correcto y te motiva a seguir escuchando los 58 minutos. Un disco redondo.
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