10 de Enero del 2023 | |
Estados Unidos | |
Wise Blood Records | |
Doom Metal |
01. Asunder Skies
02. Dust & Bone
03. Drag Me Down
04. For Us
05. Relapse in Reason
06. A Gasp of Air
07. Empty Hell
Segundo álbum de esta banda norteamericana que funcionó (o tal vez no) con el nombre de Conjurer, para hace unos años cambiar a Veilcaste, y en este nuevo trabajo su doom metal, adquiere distintas influencias para no caer en lo típico.
Veilcaste son: Dustin Mendel en voz, Chris Cruz en batería, John Rau en guitarra y voz, y Gabe Whitcomb en el bajo. El álbum fue grabado y mezclado por Carl Byers y masterizado por Collin Jordan en The Boiler Room. El arte de la portada fue hecho por Luca Martinotti.
No cabe duda que el doom metal no tiene mucho "espacio" donde moverse, y dentro de lo poco que queda, hay que tener la inspiración para lograr sacar adelante material que impacte a los fans para que no se crea que es mas de lo mismo. Veilcaste no ofrece nada nuevo, pero sí que intenta tener un sonido personal, teniendo elementos clásicos del doom, como esos ritmos densos a medio tiempo y lentos en sí, así como riffs que calcen perfecto en estos ritmos, para transmitir una sensación de dolor y pesadumbre a los fans, es obvio que este material no es para armar una fiesta. Lo que agrega esta banda a su música es una cierta aproximación a lo hecho por Tiamat en álbumes como "Wildhoney", y no solo por la voz que usa Mendel, si no por el uso de algunas melodías en el sentido de ese clásico álbum de la banda sueca.
Así, desde la primera canción "Asunder Skies", el sonido se presenta de distintas maneras, pudiendo etiquetarse o no también como sludge, y cuando escuchas las melodías, sabes a que va este disco. "Dust & Bone" introduce incluso algunas guturales interesantes que no coquetean con el metal extremo pero le da cierta fuerza y realza el trabajo en voces, que pareciera salirse de nota por momentos, pero en ese ir y venir de desafinación, el resultado es algo que se siente orgánico, se siente que la voz lo deja todo. Otro punto a favor de este disco es que las canciones no son extremadamente extensas como supones cuando lees la etiqueta "doom". Cada canción tiene su personalidad, algo que también resalto de este trabajo, ya que tanto riffs como el uso de la voz varía hasta el excelente cierre con la melódica "Empty Hell".
Se que no hay mucha originalidad en este género, pero hay discos que valen la pena recomendar, este puede ser uno, por tiempo y variedad, puedes disfrutarlo de principio a fin.
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