26 de Enero del 2024 | |
Países Bajos | |
Void Wanderer Productions | |
Doom Metal |
01. Parasidious Preludium
02. Throne of Madness
03. Desperation
04. Decorating the Willow Tree
05. Never Let Me Go
06. Distorted Echoes
07. The Voice That Made Me Do It
Void Wanderer Productions es un sello que capto mi atención con sus producciones desde que escuché el último disco de Teitan llamado “In Oculus Abyss” (2023), y de ahí vi noticias de nuevas producciones como Chaos Altar y The Color of Rain con su álbum “Oceans Above” (2023); las cuales son muy buenas producciones de este sello neerlandés, así que desde esa vez estuve atento a los lanzamientos de este sello. Por eso, cuando me llegó la primera producción de Stuporous llamada “Asylums Lament”, este disco capto mi atención desde hace dos meses, porque dentro de la descripción de la promoción decía que mezclaban muchas ocsas, y veías que era de Void Wanderer Productions. Entonces, ¿Qué es lo que tendremos dentro de este primer álbum?... Pues veamos.
Como lo mencione en el primer párrafo, siempre es interesante escuchar una nueva producción del este sello neerlandés, porque buscan bandas con una peculiaridad y una distinción que no encuentras en otros sellos, y eso tiene muchos puntos ganados a nivel general. Por lo que, tener 47 minutos de doom metal y por ahí detalles Avant-garde o hasta atmosféricas, le dan a este “Asylums Lament” de Stuporous una idea interesante, que se podría considerar como “personalidad”. Donde la portada del disco tiene la esencia musical que vas a encontrar algo distinto y no una banda siguiendo lo que muchas otras hicieron hace más 25 años. Entonces, cuando vi la portada del disco me motivo a escucharlo completamente, porque encaja perfectamente con el concepto extraño o raro que esta banda tiene como particularidad. Lo único que no entendí al terminar los 47 minutos, es porque lo relacionan con el lado Black Metal, porque esta banda mucho más enfocada en hacer Doom Metal e inclusive por ahí tiene elementos deathers que resaltan muy bien su música, porque no tiene ni voces blacker, existe guturaciones exasperantes por parte de Devi Hisgen, pero no con el sentido que se conoce del estilo, sino con otra apreciación gutural enfermiza y psicodélica.
Desde que todo empieza con “Parasidious Preludium” y termina con “The Voice That Made Me Do It”, el disco tiene fuertes presencias de teclados que encajan a la perfección con pasajes desoladores, efectos y sintetizadores que crean atmosferas y producen muchas cosas en los oídos, y la mente la envían para otro mundo, algo que se agradece en muchos sentidos, porque produce un efecto inesperado de sensaciones e inclusive poder ver paisajes mientras que escuchas cada una de las canciones. Luego, otro detalle importante es el cuerno que utilizan en su música, el cual le da ese ambiente de guerra o misterio a su música, el cual me hizo acordar bastante a los húngaros de Sear Bliss y por otro lado a los británicos de A Forest of Stars con su mezcla de Morgion, pero no por tener una inclinación blacker, sino por usar un instrumento tribal de viento que le da otro ambiente a la música y tener ese diálogos enfermizos y de sollozos que se presentan en muchas canciones como “Never Let Me Go”, y brinda de bastante personalidad a toda la música en sus 47 minutos. De ahí las guitarras, bajo y baterías pasan a segundo plano, porque tienen elementos conocidos y que solo acompañan a las capas de teclados, cuerno y sintetizadores de todo el disco, pero el instrumento que se posiciona y crea las alternativas teatrales o como si se estuviera escuchando capítulos, es la voz de Devi Hisgen, quien tiene muchos recursos guturales, limpios y con efectos, que brinda la verdadera magia a la banda a nivel general, y de como este cambia en cada canción es muy llamativa, especialmente cuando “Decorating the Willow Tree” esta en los parlantes, porque es uno de los temas más complejos de todo el disco y el que tiene ese ambiente de no solo cuernos, sino usan trompetas, pero no las chillonas o fuertes, sino las de baja potencia, y eso le da otro sabor musical.
“Asylums Lament” de Stuporous es un álbum de muchas capas y texturas, con ideas que realmente son densas, atmosféricas y oscuras. Donde los 47 minutos se pasan volando en segundos, y cada vez que lo escuchas el disco, este brinda nuevas capas, y eso es lo interesante de todo. Excelente inicio y con esa idea lóbrega que te mantiene pegado al disco por horas, días y porque no, años.
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