13 de Enero del 2023 | |
Estados Unidos | |
Relapse Records | |
Death Metal |
Hubo momentos terribles en la carrera de Obituary, por eso la banda dejo sus actividades a fines de los 90s, luego en su regreso del 2003 la banda estuvo lanzando álbumes poco llamativos. Pero el nombre pesaba por sus dos primeros álbumes, así que estuvieron girando, conociendo países que antes no habían pisado y todo hasta su último álbum “Darkest Day” (2009). De ahí la banda desapareció de los reproductores con nuevas propuestas, y los comentarios de críticos y escritores decían que la banda se había estancado en su sonido de siempre. Entonces, en su periodo del 2009 al 2014, la banda no tuvo apoyo de ningún tipo y ningún sello quería tenerlos dentro de sus filas, y para colmo de males, sus mayores éxitos no podían ser reeditados o remasterizados porque Roadrunner Records no daba autorización o vendían los derechos a la banda para que puedan reeditarlos, siendo así que “Inked in Blood” (2014) fue un disco financiado por los fanáticos en las clásicas campañas que estaban apareciendo, y solo Relapse Records distribuyó, pero dentro del material original y fisico, el sello no aparece impreso como productor y solo esta como mención.
Recuerdo hasta el día de hoy que la banda dijo dentro de sus redes, que, si no llegaban a la meta del disco, Obituary dejaría de existir para siempre. Entonces, así como yo, muchas personas les choco que esto sucediera y apoyamos para que “Inked in Blood” (2014) sea una realidad, y la sorpresa de apoyo fue genial, porque con ese disco dejaban ese camino tortuoso de discos no mencionables en su carrera y los colocaba dentro del catalogo de Relapse Records para una siguiente producción que vio la luz el 2017 con el homónimo de la banda, donde presentaron un disco solido y con ese sonido que todos conocemos desde hace más de 30 años. Entonces, luego de tremendo álbum tenemos “Dying of Everything”, con una mejor promoción y todo un proceso de apoyo al disco de mayor envergadura. ¿Tendremos a una banda mucho más solida que en sus éxitos del 2014 y 2017?... Pues veamos.
Tomemos en cuenta algo y que sea muy claro, Obituary ya tiene un sonido y un estilo determinado. No es Brutal Death, no es Technical Death Metal, no tiene fusiones de otros estilos y no tiene algo que te haga mirar para otras esquinas. Es escuchar un sonido hermético de más de 30 años que se repiten una y otra vez, donde alguna veces les funciona y otras veces no, así de simple. Porque a pesar de ser una de las primeras bandas de Death Metal de Estados Unidos, tengo que decirlo, esta banda es de contados álbumes para tomar en cuenta y para los más curiosos hay cosas de otros estilos, pero que no pesan a mayor medida dentro de lo que se conoce, y discos como “Frozen in Time” (2005) o “Back from the Dead” (1997), son pruebas claras que su música si se expande, pierde ese detallito pegajoso que te haga comprar el disco. Entonces, direccionando esta idea a “Dying of Everything”, la banda nuevamente quiere ampliar sus propias ideas manteniendo sus clásicos ritmos desde 1989 y hasta 1992, porque durante años de pandemia. Ellos se mantuvieron muy activos en conciertos digitales y tocando sus clásicos enteramente, y finalmente la banda hace unos meses atrás decidió girar con su última pepita de oro que fue “The End Complete” (1992). Así que el reflejo de vivir del pasado es que hace mella en este disco que quiere vivir de eso y tomar elementos de los discos extraños de la banda para que puedan tener otro despertar. Pero seremos sinceros, el disco es muy tibio comparado con lo que paso hace algunos años atrás, y no porque esté mal tocado o tenga una grabación pésima, sino porque ya sabes el contexto de ritmos y sabes para donde irá cada canción, osea nada que pueda hacerte voltear la mirada directamente.
Desde que todo empieza con “Barely Alive” y conectas con “The Wrong Time”, como en todo disco a nivel mundial de cualquier estilo metalero. Estas enganchan al oyente para pasar a la tercera canción de manera enérgica, y eso que el inicio de “The Wrong Time” es más conocido en su estilo y lo hicieron muchas veces. Pero a partir de “Without a Conscience”, el disco comienza a decaer en sensaciones e ideas y se pone entre subidas y bajadas fuertes, es como tratar de presionar esa idea cuasi doomer de hace ufff, pero sin la misma efectividad, y eso que esta dentro de sus mismos acordes. Luego “War” nuevamente usa un recurso de introducción conocido en la banda, tratando de mantener la intensidad de la segunda canción y sin mucha variación. Entonces, el disco ya comienza a tener recursos demasiadamente remojados en sus pepitas de oro, no avanza la fuerza o se intensifica, o quizá si quieren con “Dying of Everything”, pero tener muchas vueltas en cosas rehusadas hacen que la mitad del disco hasta llegar a “Be Warned” sea muy predecible. Es como decir, sigamos dentro de lo que gente espera, y estoy más que seguro que las personas igual dirán que es uno de los discos más solidos de su carrera, pero dentro un análisis real y hasta exhaustivo. No es un disco groso, ni tampoco malo, solo otro que apila canciones para tocar en vivo frente su legado conocido.
“Dying of Everything” de Obituary sigue su camino dejado hace mucho, quizá funcione para algunos y para otros no, pero dentro de este mundo extremo existen otras bandas como Cannibal Corpse e Immolation, que puedan seguir presionando sus limites y trayendo discos contundentes. Siendo ese el factor negativo que Obituary no puede llegar a hacer, debido a la formula eterna de los riffs Trevor Peres y los hermanos Tardy desde los 80s. Su molde y esquemas de riffs, ya tiene una formula y es difícil que puedan tener otras alternativas. Entonces, si eres fanático de la banda, este disco encajará dentro de tu concepto de “grandioso”, pero si esperas otra cosa, pues te recomiendo continuar con tu día a día. No es malo, ni bueno, solo un disco que continua su legado.
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