24 de Marzo del 2023 | |
Australia | |
Season of Mist | |
Progressive Metal |
Pasaron 11 años de su primer álbum de los australianos de Ne Obliviscaris llamado “Portal of I” (2012), y recuerdo que cuando hice la crítica de ese álbum en ese momento, muchas personas estuvieron disconformes con la opinión vertida que decía “que será un hito dentro de Australia en algunos años más”. Porque a mucha gente le choco en su momento ese comentario; entonces a 11 años de ese tremendo debut, ahora tenemos a uno de los últimos grandes referentes del metal extremo australiano que supo escalar con nuevas producciones y música personal, que si bien es cierto tiene algunos detalles de Opeth; la banda supo cómo existir con su propia personalidad que sigue vigente hasta este cuarto álbum llamado “Exul” y nuevamente editado por el monstruo francés de Season of Mist. Ósea esas quejas de hace 11 años, estarán diciendo que se los trague la tierra, porque ahora hablar de esta banda es entrar al mundo conocido del metal extremo y de nombres que pesan. Entonces, ¿tendremos otra contundente presentación de estos australianos?... Pues veamos.
“Portal of I” (2012) y “Citadel” (2014) fueron disco duros y pesados dentro de la discografía de Ne Obliviscaris, discos que tenían esa magia de hacer las cosas extremas y duras con detalles progresivos, y siempre con el violín de Tim Charles que le daba esa personalidad que solo escucharás en la música de estos australianos, pero a medida que pasaron los años, la banda entro en un proceso de calmar un poco las cosas y por eso en “Urn” (2017), se siente a una banda donde lo melódico, clásico y progresivo se hace mucho más accesible, porque los virtuosismos dejaron su camino y se enfocaron en tener ganchos más melódicos y sin muchas complejidades en general. Lo cual trajo otra idea dentro de su música, porque luego de 6 años de ese disco más parsimonioso, tengo en mis parlantes “Exul”, un disco que mantiene esa etapa más clásica, calmada y poco a poco alejada de lo extremo, porque antes solían colocar más riffs extremos de muchos estilos, pero ahora deciden ser una banda más progresiva y técnica, con sensaciones que obviamente son creadas por el violín y las voces limpias que desbordan demasiadas perspectivas, y como siempre la voz de Xenoyr es una monstruosidad a nivel general, porque su potencia a las partes progresivas y metaleras les da poder.
Desde que todo empieza con “Equus” y termina con “Anhedonia”, la música es mucho mas calmada y el violín, así como en su tercer álbum toma mayor predominancia a nivel general, lo extremo queda replegado, pero lo progresivo de muchos sabores comienza a tener mayor enfoque. Entonces, Ne Obliviscaris entro en un proceso compositivo mucho más calmado a nivel general, ya no existen las partes complicadas de hace más de 10 años, y ahora el sonido del bajo jazz y que podría decirse como bajo fretless, hoy en día son la marca principal en el sonido de la banda. Donde tengo que decir, que extraño hasta cierto punto al acelerado y extremo Ne Obliviscaris de hace mucho, porque ahora ellos tienen una idea de dar campo a partes más melódicas, partes progresivos, cambios de tempos más determinados y concretos, junto a esquemas que se saben que después de la tormenta viene la calma. Siendo una herramienta muy usada por estos australianos desde siempre, pero ahora existe un patrón que ya se sabe como va a proceder su música, porque después de partes arpegiadas existen partes duras, y luego entran el proceso progresivo y de como la virtuosidad de Benjamin Baret es abrumado en canciones como “Graal”. Con esa sensación neoclásica influenciada por Malmsteen a todo nivel, y luego seguir con el teclado que se desarrolla de manera arrebatada en su música y con mucha escuela de música clásica. Donde acoto, existe un cierto sabor de conformismo dentro de su música, pero al mismo tiempo crear algo que siga otro camino en su camino de componer, resultado muchas veces complicado para el artista, porque puede ser que pierdas eso que hizo llamativo a tu música, y estos australianos deciden seguir una formula que funciona en su música.
“Exul” de Ne Obliviscaris es un disco que mantiene las cosas como estaban, no avanza por otras fronteras, donde el misterio, lo clásico y progresivo se amalgaman de la mejor forma que saben hacer estos australianos. No tiene pierde el álbum, porque encandilará a toda su amplia base de fanáticos que seguirán maravillándose con sus esquemas, riff y ritmos que hacen única a esta banda. Pero dentro de todo este mundo y sabor personal que tienen, la banda ya tiene un estigma arraigado a algo que no deja ver si pueden evolucionar a más, espero estar equivocado, porque de seguir en este camino, las cosas pueden resultar negativas para su música y quedarse con ese dicho de no poder superarse en cada disco, la banda se extinguirá. Veamos que pasa en una siguiente producción.
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