22 de Mayo del 2000 | |
Suecia | |
Massacre Records | |
Neoclassical Power Metal |
Suecia siempre será un gran referente para nombres conocidos y desconocidos, porque a pesar de que muchas puedan repetir el plato en sonidos e ideas, las bandas como Majestic siempre tienen esa idea llamativa que te hacen voltear la mirada. Entonces con el segundo álbum de estos suecos llamado “Trinity Overture” (2000), las cosas presentan un excelente motor de ideas conocidas, pero que terminan siendo agradables para muchos oídos, con ese sonido neoclásico dentro del Power Metal, donde Richard Andersson en los teclados es el amo y señor de esta banda, porque lo primero a escuchar dentro de los 51 minutos, su presencia es la que predomina en todo el disco y luego a grandes pasos el golpe y progresismo de Peter Wildoer de Darkane, quien se podría decir es uno de los mejores bateristas del lado sueco.
Desde que todo empieza con la acelerada y neoclásica “Entering the Arena”, ya te darás cuenta en todo sentido cual es el camino que tomará el álbum en sus 51 minutos, malabares en el teclado, guitarras puestas de fondo y mayormente para darle potencia al lado metalero. Batería que, sin necesidad de estar delante de todo, la presencia es inmensa y todo lo que hace en adornos y pequeños destiempos es de sacarse el sombrero. Por ello, cuando “Voodoo Treasure” o “The Rapture of Canaan” entran a los parlantes, esto es música de muchos malabarismos en el teclado, donde la voz de Apollo Papathanasio viene a hacer el instrumento de conexión de todos los músicos, porque la banda sin vocalistas sería una monstruosidad técnica que pocos entenderían. Pero gracias a esta conexión pasiva es que todo tiene mejor lugar y la música se hace muy digerible, sin olvidar que cuando Magnus Nordh entra a escena, su sonido es mucho más progresivo en sus notas.
A partir de “I'll Shoot the Moon” las cosas ya comienzan a entrar en el periodo de reserva y comienzan a predominar partes melódicas y de enganche al medio del álbum que se tiene con “Resurrection”, “Curtain of Fire” o “The Breath of Horus”. Donde este segundo álbum de Majestic ya está asentado a nivel general, y el disco comienza a beber de lados Hard Rock que se nutren excelentemente con todos los malabares de Peter y Richard, y le dan un tempo más calmado y Apollo es quien toma mayor determinación en la música de la banda. Entonces, el disco ya comienza su etapa de tener otras texturas y no se solo malabares musicales; además se inclinan por otras áreas, pero “Approaching the Storm” comienza a aparecer la fuga del disco y nuevamente todo se pone acelerado en notas y esquemas, y por momentos este se va por el lado progresivo. Lo cual es un punto a favor del disco que dice y dice más cosas en su haber.
Terminando el álbum se tiene “Confusicus” y “Trinity Overture”, cerrando el álbum de manera categórica y con todo lo que uno puede seguir esperando de su música. Porque el disco entra en la última etapa de su movimiento y comienza a colocar esos momentos Power Metal y hasta Heavy Metal que hacen levantar el puño y seguir escuchándolo una y otra vez. Entonces, “Trinity Overture” de Majestic es un disco que esta para muchos en el olvido, pero es necesario tenerlo en cuenta, porque cuenta con esa intensidad neoclásica en años que el metal tradicional no existía en la prensa especializada, y todos estaban con esas bandas alternativas o nu metal. Siendo así que es un placer volver a tener presente este super álbum.