15 de Junio de 1989 | |
Estados Unidos | |
Hammerheart Records | |
Death Metal |
01. The Elder Gods
02. Ceremonies of Deceit [Effulgence Rituals]
03. For Thee I Bleed
04. Hallowed Guidance
05. Inverted
06. Encrypting the Vehemence
07. Divinity
08. Hymns of Sanctity
09. Calling of the Hordes
Internecine es una banda estadounidense nacida en 1997 por el fallecido Jared Anderson (Q.E.P.D. 2006), quien antes estuvo en bandas como Hate Eternal y Morbid Angel. Y durante esos años, el concepto de ser miembro solitario dentro del Death Metal era algo muy extraño, porque, aunque Jared haya editado su primera muestra musical en 1997 de nombre homónimo, este estilo no tenía muchos expositores de una sola persona a finales de los 90s y principios de los 2000s, por eso que durante esos años los únicos nombres que se me vienen a la mente dentro de lo Brutal son Putrid Pile e Insidious Decrepancy. Pero gracias a que Jared estuvo en bandas mucho más conocidas, este proyecto llegó a ver la luz oficialmente con este primer álbum en mención llamado “The Book of Lambs” (2002).
Recuerdo la primera vez que escuche este primer álbum con el promocional que venía con la revista Grinder de Chile, donde sale en la portada Nile presentando su popular “In Their Darkened Shrines” (2002), además dentro de ese mismo compilatorio llegaron canciones de Hate Eternal, Sadism, Vintersorg, Sheolgeenna y unos cuantos más. Donde el tema me devasto el cerebro y luego al ver la portada del disco me dejo con muchas ganas de escuchar el disco, y aunque la crítica del disco dentro de la revista no decía nada interesante que motivará a escuchar o comprar el disco, escuchar solo esa canción y ver una portada que te decía que su música era frenética, me motivo a escucharlo completamente todo el disco. Encontrándome con una masa extrema Death Metal que llevaba a otro nivel las influencias que tenía este bajista/guitarrista en toda su música, porque si bien es cierto tenía muchas influencias de su pasado en Hate Eternal, y algunas cosas de Morbid Angel. El disco es una masacre auditiva de pies a cabeza, y a ello que Erick Ruttan le haya acompañado en los solos, luego Tony Laureano y Dereck Roddy hayan sido parte de sus músicos invitados, demostraron que este disco y banda estaban destinados a muchas cosas importantes, pero su adicción a estupefacientes termino escondiendo a esta banda en lo más olvidado de muchas colecciones, y termino con su vida el 14 de octubre del 2006. Siendo una gran pérdida para el mundo Death Metal.
Desde que todo empieza con “The Elder Gods” y termina con “Calling of the Hordes”, esto era Death Metal en su versión más bruta, y con muchas partes que rozaban con lo Brutal Death Metal, pero mayormente debido a lo frenético de su música en general, porque los riffs no tienen la concepción compleja que una banda Brutal Death debe tenerla, solo música acelerada y destinada a destripar cualquier oído extremo. Baterías aceleradas y de muchas técnicas, blast beats de muchas velocidades, guitarras altamente técnicas que no requieren de efectos limpios para ser técnicos, sino colocados de manera sucia para que encuentres tecnicismo en su música. Donde la voz tiene esa idea compacta y agresiva que debe de tener una banda de su estilo, luego el bajo tiene una potencia increíble, muchas ideas técnicas que sobresalen a nivel general, y no siguen lo que hacen las guitarras, sino que tiene su propia vida, y eso es porque Jared antes de guitarrista fue bajista y entendía toda la complejidad del instrumento en solo 4 cuerdas, aunque debido al sonido de este, puede ser que uso un bajo de 5 cuerdas, porque hay notas más pesadas de lo común, y gracias a Hammerheart Records este disco pudo ver la luz en CD.
"The Book of Lambs” (2002) de Internecine es un disco que no debe de faltar para todo buen amante del Death Metal, porque tiene muchas cosas que hoy en días las bandas lo hacen técnico o limpio, pero no llegan a tener la potencia de esta banda, sin necesidad de hacerlo limpio, encuentras una matriz altamente exigente. No me imagino como hubiera sido este monstruo desarrollado en esta generación de sonidos limpios y cosas un poco más plásticas. Porque este disco es una bestia salvaje por donde lo comiences a escuchar.