06 de Mayo del 2022 | |
Estados Unidos | |
Nuclear Blast Records | |
Black Metal, Metalcore |
Es sabido que Matt Heafy tiene una gran fascinación por la cultura japonesa y sus distintos significados, por ello el mejor álbum de Trivium e inigualable hasta la fecha es y será “Shogun” (2008). Entonces, un proyecto como este llamado Ibaraki y su primer álbum “Rashomon” tiene esa afinación cultural que lo maravillo siempre y ahora expandido de muchas dosis metalcore, algunos momentos progresivos y de muchos picos extremos, pero que solo demuestra que siempre será alguien no conforme con la música de casi 20 años con Trivium, donde solo los medios grandes y los seguidores siguen diciendo que es una banda de peso, pero hoy en día es una banda que esta estancada en su sonido, y que esos pequeñas dosis blackers, deathers y progresivas de su banda principal ahora tienen un lugar donde asentarse mejor, y es en ese sentido que este primer álbum cumple las expectativas. ¿Pero será suficiente para olvidarte de su proyecto principal?... Pues veamos.
Después de unas cuantas horas escuchando este primer álbum de Ibaraki llamado “Rashomon”, pues es inevitable no pensar en lo que paso en discos como “In Waves” (2011) o “Silence in the Snow” (2015), donde Matt ya comenzó a mezclar partes extremas, sinfónicas y tratar de hacer otras cosas con Trivium, pero el resultado con los fanáticos fue desastroso, porque todos esperaban de cierta manera aquel Trivium de canciones como “Torn Between Scylla and Charybdis”, “Down from the Sky” o “Entrance of the Conflagration” o “Becoming the Dragon”. Entonces, este apego a lo que paso en aquellos discos y ahora tenga mayor resonancia en “Rashomon” se iban a dar de una manera u otra, pero fue la mejor decisión hacerlo de manera independiente a su banda principal, y juntar nombres conocidos como Ihsahn y Nergal dentro de lo extremo, le dio ese enfoque que estaba buscando desde hace mucho y no solo ser conocido como alguien pop, sino como alguien que conoce el mundo extremo. Porque si desarticulamos las canciones donde participan estos músicos, es la idea musical completa de Matt en sus composiciones con esos riffs metalcore, virtuosos momentos y elementos sinfónicos que ya los probo unas cuantas veces.
Como lo dije muchas veces, no suelo hacer proyectos alternos o hablar sobre estos, porque en casi la mayoría de casos, la música que presentan es la conocida por ellos mismos y hasta se repiten en muchos sentidos. Entonces, para aquellos que conocemos la carrera de Matt en su banda principal, vemos que todo esta bien y acorde a sus sensaciones, y que el sello haya decidido arrastrar el álbum con sencillos como “Tamashii no Houkai”, “Akumu” y “Rōnin” sol confirman que es un artista que llama la atención a medios conocidos, pero para el mundo real del estilo metalero y de cuantas mezclas extremas se hicieron, pues es uno más, donde sino hubieran estado Ihsahn y Nergal creo que no me hubiera atrevido a escucharlas en su momento. Entonces, su música desde que empieza con “Hakanaki Hitsuzen” y termina “Kaizoku”, tiene muchas sensaciones progresivas, sinfónicos muy llamativos, dosis intensas de Black Metal de la primera ola sueca que se mezclan con la rudeza de pequeñas dosis Death Metal.
Se tiene que resaltar que la música esta muy bien hecha y todo el producto auditivo es de calidad, y que encontró una manera de diversificarse su manera tradicional de hacer las cosas. Pero no tiene elementos personales que no usaron otras bandas extremas, entonces, es decir que este “Rashomon” de Ibaraki es un excelente inicio como banda y de manera alejada a su música. Y que después de estar años estancado en su sonido, pudo encontrar un respiro interesante que le da una nueva cara a su música, porque gracias a este álbum, Trivium tendrá un desarrollo distinto a lo que comúnmente se espera. Quizá sea bueno o malo, eso solo lo dirá el tiempo, mientras tanto, felicitaciones a Matt por abrirse un poco más a otros estilos y decir que tenemos a alguien más extremo esta vez, donde sería mucho más interesante si sacará sus influencias metalcore y comenzará a evolucionar su manera de cantar con otros matices que vayan un poco más acorde a lo que tiene acá. Buen disco.
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