04 de Noviembre del 2022 | |
Canadá | |
InsideOut Music | |
Progressive Rock |
Muchas veces cuando se conversan con fanáticos, personas y más acerca de una banda o musico, estos esperan algo que el músico puede o no puede dar. Entonces, eso al final no depende del fanático, sino del músico, si el quiere seguir un camino distinto a lo que paso en sus anteriores producciones y otros proyectos es libre de hacerlo, pero eso no prohíbe que las cosas se vean desde un punto de vista objetivo, porque, así como el músico es libre para hacer lo que quiera con su legado. Este también tiene que verse con pinzas respecto a lo hecho antes y a lo que se tiene en mente para un siguiente disco, ya que mientras un músico abre más alternativas o puertas en su camino, y la decisión de un siguiente disco de regresar a lo básico o a lo influenciado por bandas del pasado, pues es algo que deja muchas interrogantes. Siendo así que Devin Townsend llega con “Lightwork”, un disco que corta su propia evolución y se envuelve en música de hace más de 30 años, y aunque en el pasado tuvo estas influencias ahora esos detalles están mayormente presentes. ¿Cuál es la nueva cara de Devin en este nuevo álbum?
Estuve muchas horas detrás del álbum, pensando en como abarco el disco de un prodigio como lo es Devind Townsend, porque “Lightwork” estaba en lo más alto de mis expectativas, porque siempre fue un músico curioso y distinto. Pero en mi manera de pensar y de no tener ningún aspecto de nostalgia a la música por los años que tenga, me hizo pensar bastante en lo que este señor busca dentro de su carrera musical, porque desde el inicio, es un disco que tiene su esencia, pero se olvido de colocar las texturas y dinámicas que siempre tuvieron todos álbumes, y se concentró en seguir el camino independiente que tuvo en “Snuggles” (2021) y “The Puzzle” (2021). Con detalles electrónicos planos y que hasta se escucharon en fondos de película como lo tuvieron “Labyrinth” (1986), “The Neverending Story” (1984) o más dentro de ese ambiente fantástico y maravilloso de los 80s, donde la influencia de David Bowie en este álbum es abrumadora.
El disco por más que lo veas como una pieza más tranquila o que haya querido tener otra secuencia, o como personas que se vendan los ojos pensando que todo lo que salga de un artista o banda conocida, siempre será bueno. Pues no, eso es una completa falacia y que solo demuestra lo corrompido que esta el mundo musical por esos pensamientos. Porque las cosas como son y este “Lightwork” es el peor trabajo hasta la fecha de Devin Towsend, debido a que si abriste puertas innovando y trayendo nuevos universos auditivos. Sale un disco y te dice, “oye, escucha, hice un tributo a David Bowie y me puse a jugar con lo electrónico plano de la música colocando algunos detalles de The Cure”, porque ni una canción es resaltable más que la otra, todo es plano, y cuando se escucha la personalidad de siempre, pues ya lo escuchaste antes en otras producciones de este canadiense que te remontan hasta Strapping Young Lad en el “City” (1997). Ósea una secuencia conocida de lo mismo, y sin muchas texturas dentro de lo electrónico, porque si vamos dentro de ese plano electro, hasta lo que hizo Aphex Twin hace más de 40 años, tiene más diversidad en el lado electrónico que en este disco.
Primera vez que salgo tan decepcionado de un álbum de Devin Towsend, porque “Lightwork” es muy plano a nivel general, no tiene momentos álgidos, no despega el álbum. Te mantiene zombie en el mismo estado, sin cambios, solo sonido “locos” para que el oyente diga, oye, genial que haya puesto eso. Porque se vendan los ojos y estoy seguro que entrará en muchos tops, solo por el hecho de que es Devin, porque si fuera un artista desconocido, sería un disco más para llena la vitrina de una tienda de discos. Una decepción completa, y aquellos pros de la evolución de la música que dicen que esto es genial, pues de verdad, salgan un ratito de su zona cómoda, ya que ahí se darán cuenta que el disco es uno más, y no la idea trascendental que siempre tuvo este señor.
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