26 de Enero del 2024 | |
Noruega | |
Soulseller Records | |
Death Metal |
01. Epitaph Inscribed
02. Ode To The Obscene
03. Seeking To Pierce
04. Tempest Sculptor
05. Every Silent Plea
06. Nonagon
07. Split Tongue Sermon
08. Blade Eulogy
09. Fleshrend
Blood Red Throne es una banda que la llevo siguiendo desde sus inicios, desde aquella vez que recibí por primera vez el promocional de “Monument of Death” (2001) y desde ahí estuve atento a todas las producciones de la banda, y como cada disco de estos noruegos, ellos encuentran una manera para existir en su discografía de hoy 11 discos en estudio, incluyendo este “Nonagon”. Siendo este detalle uno de los cuales siempre llama la atención de su música, porque es de aquellas que tienen bastante personalidad y sabe cómo expandir sus ideas deathers con muchos otros elementos desde su primer álbum. Entonces, ¿Qué es lo que tendremos en esta nueva presentación de los noruegos?... Pues veamos.
Un detalle que tuvo Blood Red Throne es sus dos primeros álbumes, es que tuvieron una idea industrial en su música, el cual fue en su momento un detalle que me llamo bastante la atención, pero luego de esos dos discos la banda se fue por caminos más crudos y directos dentro de su Death Metal, y poco a poco ellos comenzaron a colocar algunos elementos blackers su música para darle variaciones o especias a esta. Entonces, este detalle blacker comenzó a tener bastante predominancia en su música, sin la necesidad de opacar su fuerza deather, por ello en discos desde el 2011 hasta este “Nonagon”, esta influencia blacker se siente bien marcada a nivel general, y hoy en día se hizo parte del sonido de la banda a través de más de 10 años que estuvieron jugando con esta experimentación, pero dentro de esta idea de seguir mezclando los caminos extremos, dentro de este disco número 11. Es después de mucho tiempo que comienzo a sentir ese atisbo industrial que me hizo seguidor de la banda en general, pero siempre disimulado de una manera que no afecte su camino extremo y pesado, porque esta vez, al mismo tiempo, comienzan a usar elementos más melódicos que determinan un camino más diverso y que muestran un nuevo camino de la banda dentro de sus discos.
Desde que todo empieza con “Epitaph Inscribed” y termina con “Fleshrend”, la distribuciones de canciones dentro de los 42 minutos del álbum son tremendos, usando elementos de discos pasados, donde lo industrial y blacker son herramientas que esta vez pesan bastante dentro de su composición, porque te devuelven la energía de la banda que tuvo hace más de 20 años, y a ellos los encajes rítmicos pesadez de blast beats, dobles pedales sin complicaciones pero como fuerza, tienen ese talento innato para motivarte al pogo. Luego las variaciones de guturaciones son equilibradas y tiene la potencia blacker cuando la necesitan, además de encontrar caminos variados y melódicos como en “Every Silent Plea”, canción que es una de las más variadas del álbum, porque cruza muchas fronteras e inclusive añade ideas cuasi disonantes en su música para encontrar matices en un universo un poco más groove y melódico al disco. Pero estos detalles sirven para darle fluidez al disco en toda su base rítmica, porque ese en realidad fue el talento natural de los noruegos desde los inicios, que a pesar de ser una máquina de muchos recursos extremos o hasta alejados de lo extremo, siempre encuentran la manera de juntar todo y decirte, esto es Death Metal en toda nuestra expresión y son altamente creativos para colocar nuevas ideas, y prueba de esto, es el tremendo solo electrónico de “Split Tongue Sermon”, que de vuela la cabeza.
“Nonagon” de Blood Red Throne es un disco tremendo a nivel general. Siempre con detalles que nutren su carrera y su discografía, sin necesidad de tener variaciones tremendas o que se vayan por otras áreas. Solo Death Metal bien hecho y con personalidad.
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