11 de Octubre de 1993 | |
Estados Unidos | |
Deaf Records | |
Death Metal |
Son muchas las bandas en el mundo que aparecen con un álbum y luego desaparecen por simples cuestiones de la vida, pero dentro de esas cuestiones muchas dejan grandes producciones que solo los más conocedores del estilo reconocen o conocieron en su momento, porque la mayoría de gente se centra en las bandas que hoy son grandes del Death Metal, olvidándose por completo de muchas joyas musicales que existen el mundo. Siendo estos últimos años que esta idea comenzó a cambiar por los conocedores de estas gemas en los 90s y la revaloración de los sellos en nuevos formatos para coleccionistas, algo así como decir, ya que en su momento no lo tuviste, pues las redes sociales y nosotros te ayudamos a que lo adquieras. Es así que, a finales de los 80s, se tuvo una banda proveniente de Nueva York llamada Baphomet, la cual siguió su camino hasta su primer álbum llamado “The Dead Shall Inherit” (1992), con el cual se dieron a conocer hacía todos los medios, pero por azares de la vida, no tuvo el impacto que debió tener en su momento, porque ese año se lanzaron otras producciones más importantes para los medios y obvio con gente que pagaba más en mercadotecnia para posicionar otros álbumes del momento. Siendo uno de los discos más infravalorados de la historia del Death Metal en Estados Unidos, y que solo los más conocedores del estilo conocían en su momento.
Entonces, conocer a esta banda estadounidense era todo un lujo en su momento y más si vivías en un mundo donde los discos llegaban después de meses o hasta años, pero eso no quita que su música sea una de las mejores, por el contrario, es Death Metal de índole personal y que fue muy difícil de ser imitado hasta el día de hoy. Y aunque haya sido reeditado unas cuantas veces, pues no tiene el mismo impacto que otras bandas y siempre será un disco que está dentro del corazón de aquellos que conocen de verdad el Death Metal y no solo se dejan llevar por el común denominador de los grandes medios que dicen esto o aquello del estilo de muerte; siendo así que, por ese motivo, la banda dejo de existir en su momento y ahora aparece cada año bisiesto (risas). Cuando los músicos pueden reunirse, esta banda sale flote nuevamente y se ve su nombre en algunos carteles, pero después de todo lo explicado y para complementar lo que se dice de una banda infravalorada, es dentro de este marco que es una de las pocas bandas en el mundo que luego de un impresionante debut, regresaron al ruedo con otro nombre y otra presentación extrema, y ese nombre es Banished y su único álbum “Deliver Me Unto Pain”, álbum que es distinto a lo mostrado por la banda en 1992, pero que vasto un año para encontrar mejor sonido y agregarle un detalle semi groove que no se parezca a su primer álbum con otros nombre, sino ir más allá de su propia música y no tener nada más que mostrar algo original entre manos, donde los casi cuarenta y cinco minutos, demuestra que esta banda no tiene nada que ver con Baphomet y encima se lanzan con otro trallazo de proporciones bíblicas que jamás volverá a ver la luz, aunque haya sido reeditado igual de veces que el “The Dead Shall Inherit” (1992).
“Deliver Me Unto Pain” es un disco que tiene muchas cosas importantes y que contribuyeron al sonido estadounidense dentro del Death Metal para que sea más grande, además de tener una caratula hecha por Tim Vigil que expresa perfectamente la intención hecha por Banished, toda una muestra de terror y rituales que son expresadas en las letras magnánimas agresivas y directas por la vocalización gutural de Tom Frost, que canta de manera muy distinta a su otra joya musical, además de que la banda inicia con “Diseased Chaos” y hasta “Through Deviant Eyes” pone groove, efectos mucho más gordos y pesados, donde la tarola sincopada de Rick Breier es lo que le da ese cambio de ambientes y que hasta pueden sonarte medio rock n roll en partes, pero no de índole Gorefest o Entombed, sino con un toque más groove y de escuela netamente estadounidense. Algo que en los 90s era tan fácil de hacer y que, aunque tuvieras a los mismos músicos, podías encontrar un álbum de estas proporciones, y así lo fue. Con canciones como; @$%%”$&/”###%, pues todas, simple y directo. Porque es así como debe de escucharse una joya como esta y no tener canciones preferidas de por medio, porque si no mejor haz tu lista de canciones con lo mejor del reguetón 2020 y listo, para que necesitas más.
Banished con este “Deliver Me Unto Pain” demuestra que se puede quedar en el cerebro de todos los verdaderos amantes del estilo de muerte y que, si te parece muy groove o bailable, pues cambia de estilo musical y vaya a suicidarse con la moda emo del depressive black metal o sino a ponerte tu pantalón de cuero a lo Rob Halford y listo, MODO SPEED activado. Porque este disco va a seguir sobreviviendo en los anaqueles de aquellos que si entendieron que el Death Metal es una patada en el cerebro. Y que injustamente es infravalorado por muchos, pero que importa, mientras lo recordemos en Metallerium, lo demás da igual.