12 de Agosto del 2022 | |
Estados Unidos | |
The Artisan Era |
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Technical Death Metal |
Cada vez que encuentro un nuevo álbum para escribir, me doy con la sorpresa que el logo de la banda la había visto en algún lado, sea por recomendación o por algún comentario que se hizo dentro de las redes sociales diciendo que se debe de escuchar esta banda con mucha atención o recomendado a la fuerza (risas). Pero lo curioso va, es que gracias a que existen muchas bandas anuales, mensuales o hasta diarias, es imposible de saber que es lo que tiene para mostrar la banda y a ello decir, lo escucharé después cuando tenga un poco más de tiempo. Es que bandas como Aronious se me hayan pasado en su momento para escuchar, pero la ventaja de estos tiempos es que es fácil alinearse con lo que paso en “Perspicacity” (2020) y ahora sucede en este “Irkalla”. Dándome cuenta que la banda tiene altas dosis progresivas y técnicas dentro del genero de muerte que se tiene que tomar en cuenta para que sea un poco más conocida entre los fanáticos del estilo y otros ambientes metaleros. Pero ¿será suficiente para tener una banda de corte interesante?... Pues veamos.
Después de unas cuantas horas con “Perspicacity” (2020) me di cuenta que me perdí de una buena banda en su momento, y aunque aquella vez el logo me llamo la atención, lo deje pasar por distintos motivos que estaban ocupando mi mente en ese momento. Entonces, luego de dos años de ese tremendo debut se tiene este nuevo hijo de Aronious llamado “Irkalla”, donde la maquina musical se puso más bruta y extrema, dejando de lado sus partes progresivas o técnicas que amilanaban su sonido, porque ahora es música de mayor golpe, especialmente dentro de lo que Kévin Paradis logra hacer como músico de sesión en comparación de Sean Smith que fue el baterista del primer álbum. Porque como en casi todas las producciones en las que participa este francés, el sonido potente y extremo que le pone al doble pedal es genial, además de darle un ambiente mucho más crudo y duro en el golpe, pero que al mismo tiempo hizo perder el retoque medio jazzero que se tuvo en el primer álbum de la banda.
Desde que todo empieza con “Ananaki” y termina con “Warkanum”, lo primero a detallar es la batería, porque es una maquina encajada con esquemas técnicos y poco progresismo entre manos, y aunque sea una maquina dentro de los parches, el disco se siente con pocas texturas comparado con su primer álbum y se tiene una ejecución más plana a nivel general, y esta vez los estribillos finales donde se resaltan las cuerdas de 7 u 8 en la guitarra que le dan ese enfoque djent en segundos para distanciarse del sonido que tuvieron. Siendo así que este segundo disco de Aronius me hizo recordar al caso que los canadienses de Augury, quienes en “Concealed” (2004) tiene un disco groso y clásico del Technical Death Metal con elementos progresivos, pero luego cuando pasaron a “Fragmentary Evidence” (2009) o “Illusive Golden Age” (2018), la banda se pone común en sus ideas y se hacen planos en sus juegos musicales. Siendo es lo que pasa en este “Irkalla”, donde se nota que hay mejor producción, pero al final el disco es un poco insípido de ideas y no tienen un patrón curioso que tuvo el primero.
“Irkalla” de Aronius es un disco correcto dentro de la discografía de la banda, donde no hacen muchos cambios o ideas con más texturas comparadas con su primer álbum, y esta vez hay más brutalidad y crudeza en su manera de hacer las cosas. Donde se nota la superación musical de los integrantes para encontrar un balance entre los malabarismos guitarreros y la crudeza que debe de tener una banda de Death Metal, pero en ese camino algunas cosas faltaron sazonar para darle un crecimiento más inclusivo en su música. Interesante y potente.
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