21 de Setiembre del 2023 | |
Noruega | |
Avalon | |
Progressive Metal |
Para los que aún estábamos metidos dentro del metal en años de oscurantismo mediático, esperando que nos sorprenda con nuevas producciones, que Ark haya aparecido dentro del mundo con este primer álbum en mención en 1999, era una bendición. Porque veías que la escena metalera seguía creando discos que podían opacar a muchos de los pasados y de los nuevos en general, además de ser una de las pocas veces donde el super conocido de Jørn Lande tenía una cantidad inmensa de voces y que jamás canto igual como en este disco, y eso que este señor sigue produciendo álbumes y karaokes todos los años de discos pasados. Además, tanto como Jørn y Tore tuvieron un breve paso a través de las filas de la banda de Yngwie Malmsteen, pero que para 1999, la música de este señor y de nuevas producciones estaban dirigidas para sus fanáticos, más no como hitos a seguir. Por ello, Ark entra en un momento donde todos pensaban que no había metal progresivo de este tipo.
Este es un disco increíble que paso desapercibido por muchos amantes de lo progresivo, porque lo expresado tanto en este primer álbum o el segundo tienen ese sabor metalero, rock y pop que pocos podían soñar en su momento y el trabajo de Jørn Lande, Tore Østby y John Macaluso, son realmente muy impresionantes. Porque todo encaja de maravilla, por ejemplo, cuando empiezas con “Burning Down”, los golpes de platos y detalles latosos iniciales que abren el disco y luego ese breve teclado, te crea el misterio y oscuridad necesaria que solo las bandas noruegas dentro de cualquier estilo siempre lo hacen presente. Y de ahí la entrada de un Jørn vigoroso es impresionante, porque en solo segundos sus matices de voces parecen ilimitadas y van desde lo más pop y hasta notas muy altas, sin olvidar que el trabajo de John en la batería es para sacarse el sombrero y decir porque hasta el día es una gran referencia para muchos bateristas metaleros y progresivos.
Entonces, desde esa canción empieza un mar inmenso de sensaciones, ideas, patrones, sentimientos y diversos estilos que es imposible solo citar una canción para encontrar esa idea de escuchar una canción que represente todo el álbum, porque todo es vibrante y original a su estilo, donde Tore en cada canción como “Where the Winds Blow”, “The Hunchback of Notre Dame”, “Singers at the World's Dawn” o “Mother Love” coloca una inmensa gama de ritmos en guitarra, abriendo posibilidades infinitas para que esperes con muchas sorpresas una siguiente canción, pero sin olvidar que estas dentro del mismo concepto del álbum. Eso es lo más llamativo de todo el álbum, porque en el momento que menos lo piensas entra lo blues o hasta jazz oscuro, o hasta música de salón y esperas los taps que te dicen que es imposible deducir que sigue después. Siendo así que “Center Avenue” o “Can't Let Go”, terminan el álbum con cosas de otro planeta y dices, cual es el siguiente paso a seguir, porque guitarras de idea vigorosa y de sensaciones diversas, te dicen como si estuvieran renaciendo nuevamente para sacarse el sombrero, y sin olvidar nuevamente que Jørn en las voces toma una idea más misteriosa.
“Ark” (1999) de Ark es una expresión magnánima de cómo hacer metal progresivo y en medio, le coloques el estilo que desees o las etiquetas que desees, esto al final es parte de un álbum y banda que pudo haber llegado a ser considera una madre nodriza de ideas para muchas bandas, pero la historia los tiene como banda de culto y con álbumes de culto, más no como piezas infaltables en el metal progresivo. Algo así como Planet X, banda de culto, pero sin posibilidad de pasar fronteras. Pero que importa, mientras haya poca gente que los recuerda como yo, estos discos serán hechos para escucharse miles de veces. Increíble experiencia.