28 de Diciembre del 2023 | |
Finlandia | |
Werewolf Records | |
Black Metal |
Una vez un amigo me dijo, la mayoría de nosotros que estamos en este mundo con más 30 años metidos en esta escena, nos inclinamos en su mayoría por bandas que son underground, porque siempre estamos buscando o esperando que algo salga de ahí para el mundo, y así salieron bandas que entraron al mundo mainstream como Tribulation, Ghost y unas cuantas más que ahora son grandes desde la primera vez que las escuchamos. Entonces, en este marco de siempre estar pendiente de alguna banda que te motivo con su primer disco, tengo entre los oídos el segundo disco de los finlandeses de White Death llamado “Iconoclast”, álbum que estuve esperando mucho tiempo para escucharlo, porque su primer álbum de nombre homónimo es considerado para muchos fanáticos del estilo como una joya en este mundo blacker, y hoy en día ese primer álbum es muy difícil de encontrar a nivel general en sus versiones fisicas. Siendo así ¿Qué es lo que tendremos en este segundo álbum después de 6 años de silencio?... Pues veamos.
Hace algunas semanas leí sobre el estamento de la banda diciendo que los segundos álbumes siempre son los más difíciles de sacar, porque demuestran si la banda si banda sigue activa o no, y a ello, mencionar que el primer álbum de White Death de nombre homónimo fue uno que estuvo en muchas listas de discos recomendados de Finlandia de su año, y dentro de lo mejorcito que puedes encontrar en ese país desde que hicieron Black Metal a inicios de los 90s. Entonces, dicho esto, siempre estuve a la expectativa de que la banda sacará un nuevo disco en sus redes sociales, y por ahí editaron sencillos sueltos que no tenían nada que ver con lo que paso en su primer disco, lo cual dio pena y alegría, porque estabas con situaciones encontradas de que la banda podía cambiar o no para su siguiente producción. Siendo así que las expectativas de un segundo álbum eran de las mejores a nivel general, porque había mucha duda e incertidumbre, y cuando se hablaba con grupos de coleccionistas de bandas Black Metal de Finlandia, el nombre de White Death siempre salía y todos esperaban una siguiente producción de ellos. Así que luego de 6 años tenemos “Iconoclast”, y todas las dudas fueron absueltas, donde la banda continua con su camino arcano, salvaje y crudo de su primer álbum.
Desde que todo empieza con “Born from the Unholy Fire (Part II)” y termina con “Celestial”, nuevamente el sonido crudo, gélido y arcano de su música sin nada de complicaciones esta de vuelta, las cuales te dan en el meollo de todo y no esperas nada más. Solo Black Metal al estilo finlandés y salvaje que la banda predico desde sus inicios, y los teclados de las canciones promocionales, bueno se quedaron en el olvidado y ahora solo es música directa a la yugular y para amantes de esto que es Black Metal, y nada de bolas de navidad, mascaras o que no saben cómo se llaman. Solo Black Metal crudo, seco y aguerrido, como debe de ser el estilo sin más y para gente que espera las cosas dentro de este tipo de inclinaciones, donde las guitarras sucias y gélidas, batería latosa y bien hecha, bajo que tiene presencia en todas las canciones con solos y versiones sencillas que no dejan de chancarte el cerebro, los teclados están de fondo en algunas canciones, y no merman su crudeza en general. Canciones balanceadas entre cosas salvajes e ideas melódicas, con ese trasfondo medio folk que es propio de las bandas finlandesas. Donde llegamos al final de todo, la guturación, la cual es todo un lujo, porque es oscura y con todos los demonios encima, teniendo ese trasfondo desgarrador que esperas dentro de una banda de Black Metal sin tapujos, y solo directo a la yugular.
“Iconoclast” de White Death es un disco redondo, crudo, salvaje y montaraz, que te motiva a caminar por montañas y nevados, evocando a todas las entidades de este mundo en su forma más malévola y violenta. Todo un placer volver a escuchar la música de estos finlandeses, que mantienen su primer álbum intacto y saben como insinuar todo lo misantrópico del ser en 48 minutos.
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