03 de Julio del 2023 |
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Suecia | |
Independiente |
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Progressive Extreme Metal, Avantgarde |
Aunque muchos pensemos y digamos que dentro del metal haya muchas cosas rehusadas o que tienen sabor a algo que escuchamos hace muchos años, y lo digo, por los curiosos en general y los que escarbamos debajo de todas las piedras que el metal nos pudo dar desde los 80s, 90s y hasta 2000s. Porque aquellos que solo vivieron las recomendaciones de los medios grandes desde aquellos años, se perdieron de grandes nombres y ellos solo saben lo que alguna vez un medio grande les dijo, más no más allá de lo que había. Existen cosas dentro de estos últimos 3 años que comenzaron a tomar otra forma dentro del metal, por más que sean cosas rehusadas o que tengan influencias pasadas, y esto me recuerda a la conversación que tuve con un músico hace unos meses atrás, que, para hacer una gran canción, debes de tener una formación de ideas correctas y sensaciones para que se le pegue al oyente. Lo cual después de muchos años escuchando cosas sin forma o con forma, puede ser cierta y no, porque no todo ronda frente a la misma perspectiva de hace 40 o 50 años, y es por eso que bandas como Eigenstate Zero presentan una variación e incorporación de ritmos que no te dicen coros memorables o estrofas de ensueño, sino material radical y extravagante que no tiene y si tiene forma dentro de su segundo álbum “Machinery of Night”. ¿Romperá los clásicos formatos de sentir una canción de estrofas, coros y demás?... Pues veamos.
Este segundo disco de Christian Ludvigsson bajo el nombre Eigenstate Zero y que tiene por nombre “Machinery of Night”, es la clara muestra de que las partes abstractas junto a las partes conocidas pueden convivir libremente y tener un disco ostentoso en muchos sentidos, y para ser un trabajo independiente sin que haya sellos de por medio, es altamente recomendable para quienes buscan sensaciones conocidas y sensaciones diversas dentro de lo extremo, porque de primera instancia, lo más destacable de su música es que tiene muchos factores extremos como Death Metal y Black Metal, pero al mismo tiempo la inmensa capa instrumentos de conexiones de partes avantgarde, experimentales, técnicas, disonantes (al estilo Gorguts)y progresivas son el punto fuerte de la música, porque no puedes transitar por el mismo lugar de la misma manera que la primera vez, siempre hay un detalle que se escapo en la primera, y la segunda te da nuevas cosas. Luego otro detalle de este disco, es que bebe directamente de esa época progresiva jactanciosa de fines de los 90s, los cuales rompían los esquemas y tempos con un nivel de ejecución altísimo en todos los instrumentos y le colocaban jazz por muchos lugares, pero al mismo tiempo es un disco que presenta esa locura deforme que parece muchas bandas se olvidaron de mencionar en sus influencias, y esa es Mr. Bungle, música extrema que no tenía una idea o un sentido, solo colocaban ritmos y riffs tras otro que terminan desembocando en lo que hizo alguna vez Unexpect con un formato más avantgarde de por medio.
Desde que todo empieza con “Televoidion” y termina con “A Hearse for the Minions”, uno de los factores que se puede entender bien, es como la banda encontró la perfecta cohesión de influencias suecas al nivel Pan.Thy.Monium y luego mezclarlas con Mr. Bungle de fondo extremo y sin forma, pero al mismo tiempo en canciones como en la final, hay altas dosis de Opeth de por medio con sus partes Unexpect que despuntan al disco de una manera fantástica. Entonces, acá es irrelevante decir que estamos antes una banda de Death Metal o Black Metal, porque Christian juega con todo lo que escuchó y conoció, porque dentro de la misma canción hay elementos melódicos de corazón sueco, los cuales como dicen en su biografía estuvieron como idea inicial para formar la banda en el 2018 y antes de lanzar su primer álbum “Sensory Deception” (2019). Así que, acá existen limites a nivel de conformidad, porque a pesar de ser un disco que tiene mucho, es un disco que guarda un esquema conocido de muchas bandas del pasado, pero al mismo tiempo, el hecho de poder mezclas esencias estadounidenses extrañas para muchos (aunque sean pan de cada día) con ese corazón sueco y canadiense, demuestra que hay mucho pan por rebanar. Donde al principio las partes abstractas con saxofón, teclados y otros instrumentos pueden sonar extrañas sino tienes la capacidad o el conocimiento musical, porque una cosa es sentir la música como algo de fondo mientras comes un burrito, trabajas con personas, etc. Y otro sentido es entender la música como algo ajeno a cualquier actividad, porque como fondo musical esto no funciona y solo dirás que es molesto las partes indeterminadas. Pero cuando te enfocas en todo sentido, pues esto funciona de otra manera, y entenderás que acá hay cosas clásicas y cosas …. Pongámoslo así, cosas cuasi clásicas, pero de poco uso en los 90s e inicios de los 2000s. Porque tenías que ser curioso para descubrir todo ese mundo abstracto que no solo tenia el metal, sino podías encontrar en el jazz, la música de salón o hasta en caricaturas de fines de los 80s y 90s, donde en realidad había cosas insanas que no tenían una banda o un álbum, solo discos sueltos o canciones sueltas.
“Machinery of Night” de Eigenstate Zero es la perfecta fusión de corazones europeos, estadounidenses y canadienses, viviendo y recordando que hubo cosas escondidas en muchas eras que se pueden mezclar con los lados extremos del metal, pero sin tener una inclinación directa de ambos, solo usarlos como conceptos y su capacidad de camaleón para crear música, donde solo guardan ese serrucho y distorsión metalero que te dice metal por cualquier frontera aderezado con condimentos que te hacen regresar a la misma esquina para comprar tu rico plato auditivo una y otra vez. Una adicción muy interesante y una buena fórmula conocida del pasado poco explorada en su momento, pero que ahora es pan de cada día. Buen álbum.
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