26 de Enero del 1996 | |
Reino Unido | |
Earache Records | |
Grindcore |
01. Greed Killing
02. Glimpse into Genocide
03. Ripe for the Breaking
04. Cursed to Crawl
05. Cold Forgiveness
06. My Own Worst Enemy
07. Just Rewards
08. Dogma
09. Take the Strain
10. Diatribes
11. Placate, Sedate, Eradicate
12. Corrosive Elements
Con la nueva llegada de Napalm Death a tierras latinas y como ya se hizo tradición en Metallerium, siempre hablamos de un disco que en su momento sufrió las pesadas críticas de los fanáticos y de quienes esperaban más de lo mismo, y si, estamos hablando de “Diatribes” (1996), un disco que hasta el día de hoy muchos lo rechazan por su contenido más comercial o detalles que los cerrados de mente notaron más mainstream en su momento, pero para quienes estamos metidos en esto sin prejuicios o esperar que la banda no nos entregue lo mismo de los 80s o inicios de los 90s, este 6to álbum de los británicos es una sólida propuesta que poco a poco comenzó a tomar su lugar dentro del mundo extremo, porque como siempre estos amantes de los callejero, tienen una discografía tremenda e incomparable, porque cada disco es distinto al otro, ni cuando eran más primarios en los 80s, puedes comparar “Scum” (1987) o “F.E.T.O.” (1988) en su momento, son cosas realmente distintas, y con ese sentido la banda es de las mejores a nivel de evolución musical.
“Diatribes” (1996) fue un disco que entro mal al cerebro de los más fanáticos de su era más Death Metal o más primaria de los 80s, porque presentaba el siguiente paso de la banda, el cual ya había empezado a tomar forma en “Fear, Emptiness, Despair” (1994). Un disco de línea divisoria en su carrera y este en mención seguía llevándonos por otras zonas. Y por eso, sufrió las clemencias de los fanáticos y críticos de su momento, e inclusive ahora mismo cuando las cosas están más abiertas y buscas en determinados páginas, este disco sigue siendo el que está dentro de los últimos de la banda, por lo que aún existe esa resistencia para adaptarse a un disco que solo por videos de MTV y una idea más formal en estos, dijeron que se vendieron, pero este disco viene a ser el más Punk que otros y tiene una evolución más interesante, con canciones como "Cursed to Crawl” o “Cold Forgiveness” o la más odiada de su momento “Greed Killing”, canciones que si te enfocas en lo que paso, pues salen de tu concepto cotidiano de los británicos, y te entregan lo que estaba pasando en todo el mundo metalero, colocarle ese lado más alternativo pero con dosis rebeldes que no eran para todos, y por eso termina siendo un disco que disgusta a muchas otras personas. Donde recuerdo comentarios de amigos que ahora son poppers (curiosidades la vida), que este disco era donde se vendió la banda.
Desde que todo empieza con “Greed Killing” y termina con “Corrosive Elements” estamos ante un disco que no tiene un origen o un después, porque como se dijo, la banda siempre presiona sus límites y siempre es de aquellas bandas que cada disco siempre te dirá nuevas cosas y ningún disco tiene perdida, solo material que avanza sin miedo a decir es feo o malo, solo es Napalm Death haciendo lo que mejor sabe hacer, ampliar sus horizontes en nuevas producciones, y siempre van a tener mucho que decir, y si se dan cuenta acá la fusión de Jesse Pintado (Q.E.P.D. 2006) junto a Mitch Harris es de las mejores en las guitarras, porque se adaptan de una manera increíble y se conectan con ese movimiento más alternativo de los años, pero sin dejar su orígenes y siguen ampliando su versatilidad musical. Luego Danny Herrera como siempre jugando con partes más groove en su golpe y sin complicarse, y siguen ampliándose sus horizontes como músicos. Luego la voz de Barney Greenway es de aquellas que seguían en esos años con potencia y violencia dentro de ese concepto, y se puede ver como ellos siguen siendo Napalm Death en “Just Rewards”, y no tienen otro camino. Y como detalle extra el trabajo de Shane Embury en el bajo, es de aquellos altamente notables y de cómo se inmiscuye en las composiciones es atroz, sin necesidad de ser progresivo o ultra técnico, solo 4 cuerdas de pura creatividad.
“Diatribes” (1996) de Napalm Death empezó mal para los más fieles, pero ahora tiene otro universo en su música, porque la banda tiene un montón de nuevas ideas a nivel general. Un disco que se ciñe a lo que paso y avanza hacia adelante en su sonido, y eso siempre fue típico de los británicos.