Y así es como llegamos a la cuarta parte y última de este artículo de 20 discos recomendados dentro del Black Metal de la escena griega. Donde comenzamos con la escena sueca, luego la escena noruega, y como tercer punto la escena finlandesa, mencionando discos capaces de ser recordados en el tiempo por tener una particularidad inigualable que no lo encontrarás en muchos álbumes de hoy.
Comenzando, la escena griega es de aquellas escenas que como las antes mencionadas tuvo su inicio a finales de los 80s e inicios de los 90s, con demostraciones, Splits y producciones pequeñas que formaron su sonido en muchos sentidos, algunos como Necromantia fueron los primeros en usar saxofón en sus demostraciones, pero siempre manteniendo esa gran influencia de bandas como Iron Maiden. Porque a diferencia de la sueca que tiene más melódicos en sus ritmos, la noruega que llego a ser las más experimental, y finlandesa que fue apegada al sonido crudo y de muchas ideas satanistas; la griega siempre tuvo dentro de sus mayores influencias ritmos heavies de bandas de la NWOBHM, y a ello colocarle esa sensación helénica que fue el principal detalle de su manera de hacer black metal desde inicios de los 90s.
Entonces, como en las tres primeras partes, se dejarán nombres de lado, porque, aunque hayan empezado junto a las bandas conocidas dentro del sonido black metalero de Grecia, estos no tienen ese sonido helénico en sus ritmos como las que se mencionarán dentro de este pequeño listado. Sin olvidar que existen otras bandas dentro de este listado que les tomo unos cuantos años afianzar su personalidad en muchos años y álbumes, pero que al final son importantes como lo son, porque como todos sabemos dentro del Black Metal, la oscuridad de estas bandas y toda su escena dentro del genero del maligno en Grecia, fue el último en desarrollarse en comparación de las escenas antes mencionadas, que hoy en día son mucho más viejas. Pero eso no significa que la música y el talento por tener un sonido como escena no se haya logrado, porque a través de estos 20 discos se mostrará que si se logro y que solo estarán organizados de manera alfabética sin ninguna preferencia en especial.
V.Priest siempre tuvo como meta tener una personalidad dentro de su manera de hacer Black Metal, pero esa de personalidad la logro en su segundo álbum “Theosis” (2010). Donde la música tenía una influencia noruega a grandes rasgos, pero podías decir que era Acherontas la banda que escuchabas. Entonces, acá se entre en el dilema, porque, aunque la banda ya tenia un sonido personal, su música no se acercaba al país de donde provenía. Así que en búsqueda de muchos sonidos y muchos álbumes después de ese álbum se tiene “Amarta अमर्त (Formulas of Reptilian Unification Part II)” (2017). El primer álbum donde la música tenía ese sonido helénico, pero aún no contaba con la personalidad que se tenía en su música.
Entonces, luego de muchas vueltas a su discografía y estar concentrado por meses en lo que pasaba en su música, Acherontas llega a “Psychic Death - The Shattering of Perceptions” (2020). Disco que funciona su lado helénico a su lado noruego de una manera categórica y le da ese sonido personal con su esencia griega y que hablará a futuro de la banda, porque después de este existe un nuevo álbum, pero que continua dentro de este sonido logrado 2 años antes. Porque este disco lo tiene todo a nivel general, frialdad, tristeza, oscuridad, helenismo y black metal de vena persona que le tomo muchos años llegar a ese sonido característico y puedas decir que estas escuchando a una banda que de acá unos 10 o 20 años tendrá copias de copias dentro del mundo. Gran disco y gran idea por parte de la banda por lograr un disco categórico en todo sentido.
Esta es una banda que supo como tomar la esencia helénica y black metal, y le añadió su influencia de Necromantia con el saxofón y le puso más experimentación y progresivo a un estilo que muchos creíamos saturado dentro de su universo de bandas conocidas. Pero no, este es el claro ejemplo que debajo de una piedra, puedes encontrar el sonido de un país desarrollado con naturaleza propia y sin crearse atajos, porque después de “Cendres et sang” (2011) y “Extance” (2016). Donde los medios europeos le dieron buenas calificaciones y dijeron que este “Hypnosophy” (2016) se salía de ese sonido helénico y cosas fuera de su zona de confort de esos escritores, pero se equivocaron, porque esta la mayor expresión de como una banda toma sus influencias y las hace personales y deja de sonar a sus influencias y hace su camino, siendo ese el verdadero camino de porque gente que dice conocer el sonido helénico se cierra y quieren lo mismo de lo mismo.
Hay algunos medios que hacen lista de discos Black Metal griego y mencionan a bandas como Astarte, Transcending Bizarre, Dodsferd y cuantas más por los años y la época en que nacieron, pero esas bandas por más que nacieron en Grecia no tienen ese sonido helénico. Y dejan de lado a Aenaon porque es más propio y con ese sonido griego que otras quisieran tener, porque después de unas cuantas lecturas al libro de Rites of The Abyss: The Genesis And History of Greek Black Metal. El autor, Aris Shock hace mención a la banda como uno de los últimos estandartes puros dentro del sonido helénico, y a eso no se discute, porque en su tercer álbum, la idea toma su verdadero posicionamiento y crea una personalidad que dará mucho que hablar en unos 10, 15 o 20 años dentro del Black Metal. Porque es una de las pocas veces que puede decir, que no hay dos Aenaon en el mundo, y la única que puede llegar a ese sonido personal con progresivo de por medio es Hail Spirit Noir, del cual hablaremos luego.
Gracias a mi acercamiento y lectura de Rites of The Abyss: The Genesis and History of Greek Black Metal. Y algunos años que llevo recopilando información acerca del sonido Black Metal, es curioso que se haya llegado casi a las mismas bandas de referencia que se tiene en este pequeño artículo de 20 disco recomendados en la escena Black Metal griega. Pero dentro de ese concepto llegue a una disyuntiva con la mención que hacer Aris del primer álbum de Akrotheism, que viene a ser una banda que preserva el sonido de los primeros discos de Rotting Christ y Varathron, y si lo hace, pero desde mi apreciación ese disco no tiene personalidad para decir estamos ante Akrotheism, siendo ese factor el que logra en “Law of Seven Deaths” (2019).
Seamos sinceros, muchos esperan que una banda nueva suene a lo que se conoce de otras bandas y eso es lo que muchas veces nubla el juicio de lo que se viene a nivel general dentro de su música. Pero cuando decides salir de tu zona de confort y pones oreja atenta a lo que pasa después, te das cuenta que la banda mejora en todo sentido y comienza a crear su personalidad poco a poco, y eso es lo que pasa con Akrotheism. Donde el disco tiene más esquemas helénicos, más curiosidad por colocar instrumentos de vientos, pero dentro de escalas que suenan a Black Metal griego entre sollozos y lamentos de ensueño, y siempre con esos trémolos que termina en cadencias heavies, son realmente bravos. Y es por eso que “Law of Seven Deaths” (2019) que Schism, Naos y Aeon logran esa personalidad que estaba nivel feto en su primer álbum.
Según las palabras de Rites of The Abyss: The Genesis and History of Greek Black Metal, Caedes Cruenta es una banda a tener en cuenta porque Nyogtha y Maelstrom están envueltos de este proyecto, además de tener el sonido helénico de por medio que estuvo presente desde su primer álbum “Σκιές δαιμόνων” (2010). Pero el verdadero sonido de la banda logra su mayor expansión en su tercera producción, y el cual también es mencionado dentro del libro de Aris Schock, porque es una de las pocas veces que puedes escuchar ese sonido helénico con muchas partes Death Metal de por medio, sin dejar ese camino y teniendo como sonido central su personalidad que lo hace único en tiempos de copias.
Entonces, como todos los mencionados dentro de las páginas de 20 discos de todas las escenas importantes de Black Metal en el mundo, Caedes Cruenta logra ese equilibrio fantástico entre lo conocido y creado por bandas como Rotting Christ y Varathron, y a eso colocar su sazonador Death Metal des que todo empieza con “Of Ritual Necrophagia and Mysterious Ghoul Cults” y termina con “Under the Shadow of Death”, partes heavies, teclados helénicos, guturación raspada y como detalle adicional con las mismas escalas subir una tonalidad más y crear algo más potente y de puñete directo en la cara, típico de cualquier banda de Death Metal desde los 80s hasta nuestros tiempos. Así que este disco, es toda una Delicia de 61 minutos de pura personalidad que adoptará más evoluciones dentro del pasar de los años.
Otra banda que la tenia debajo del radar, pero que gracias a la investigación en búsqueda de álbumes que pueda representar un sonido o evolución dentro de algo creado, es que me encontré con el primer y único álbum de atenienses de ChaosBaphomet llamado “Promethean Black Flame”. El cual llega sin mucha promoción y por debajo de muchas listas, ahora es el momento de retomar este disco como un buen punto de partida a seguir para otras bandas, porque llega el concepto de bandas helénicas mezcladas con ese concepto de bandas como Nightbringer, luego colocar muchas dosis mágicas que usan sus coterráneos de Acherontas en discos después del 2016. Entonces, lo curioso acá fue que nuevamente llego a un concilio con el libro de Aris, y mencionar a esta banda, como una capaz de desenvolver otro sonido dentro de lo conocido del sonido helénico.
Desde que todo empieza con “Chaosgenesis” y termina con el cover a Necromantia “Spiritforms of the Psychomancer”, la música te brinda bastantes texturas, sabores y distintos extilos de Black Metal mezclados en un corazón personal, algunos de mayor pronunciación, un bajo que sin ser técnico o progresivo gana muchos lugares para darle una dureza inquebrantable, y finalmente los cambios guturales a nivel general son muy buenos por que se juntan como uno espera dentro de su mundo helénico, partes habladas y transformadas al máximo para encontrar la sazón entre lo conocido y su personalidad, y aunque en algunos la batería tiene un sonido de tarola a mejora, este cumple el efecto de hacerlo vicioso en su concepción y de pocos recursos. Por ello que es un disco que tiene mucho de varias bandas dentro de su escena, pero al mismo tiempo tiene esa personalidad que muchos esperamos en su música.
Otra banda muy recomendada por el libro de Aris, y otra casualidad encontrarme entre sus páginas, porque, así como Caedes Cruenta fue una de las últimas bandas en mezclar ese sonido helénico con lo poderoso del Death Metal, pero no con el de puñete en la cara, sino con esa sabor sueca y melódica, y algunas veces dentro de este único álbum de Disharmony llamado “Goddamn the Sun” existen momentos que se mezclan con aspectos folclóricos, pero de una manera muy disipada, porque dentro del contexto genérico se tiene a una banda que aprovecha esa influencia heavy metal de siempre de las primeras bandas, y sabe matizar sus cadencias rítmicas en música adictiva.
Es interesante como ese corazón noventero dentro de bandas un poco más actuales en Grecia comenzó a expandirse y el resultado de este álbum que comienza con la introducción de “Invocation - Troops of Angels” y termina con “Third Resurrection” abre las posibilidades de expansión a muchas otras alternativas metalera que pueden seguir creciendo sin necesidad de irse por caminos más progresivos o técnicos, que son una salida dentro de dos bandas en mención en este artículo, pero que al final son otras vertientes. Entonces, el talento de Disharmony es abrir mayores posibilidades y esa idea se centra en canciones como “War in Heaven”, que abren esa posibilidad de tener algo clásico y seguir abriendo las posibilidades con personalidad y que solo vas a escuchar en esta novel banda.
Mi primer encuentro con Empire of The Moon fue con este primer álbum, pero de una manera de recomendaciones para escuchar en las redes, y la sorpresa que me di fue una muy grata, porque es de aquellas bandas que mezclan su sonido helénico, con matices noruegas y le añade más ostentosidad a su música que de por ya es muy interesante en segundos. Además, que recuerdo que desde aquellos años llevaba recopilando información para hacer las listas suecas, noruegas, finlandesas y griegas para Metallerium. Porque no tengo en mente escuchar cosas porque recién deba de hacerlas o porque recién las vi por ahí hace unos días, pues no. Siempre mi objetivo es tener el mayor estudio para encontrar bandas que sean capaces de mostrar personalidad en su música dentro de un mar de bandas, y así como Aris en su libro mencionado, los pone como otra banda que tiene una peculiaridad única que no se logro extender hasta su segunda producción “Έκλειψις” (2020).
Pero esa es otra historia, así que desde que todo empieza con “The Dawn of Undead Rising” y termina con el instrumental de “Symphony of the Draconian Queen”, la música tiene mucha oscuridad que se aloja en ese sonido noruego, luego teclados ostentoso creados por S.V.Mantus, y siempre dejando para inicios, medios y finales su sazón helénica que encaja muy bien en ese ambiente gélido influenciado por la escena escandinava. Donde tengo que resaltar en algunos momentos como en “Lunar Apocalypse” se tienen partes de teclados que rellenan cadencias de notas fuertes, pero con algo más bizarro y directo, no ostentoso, y de ahí continúan con el amor por el sonido helénico influenciado en solos de la NWOBHM. Un disco en digipack que nadie debe de dejar pasar, si estas inmerso dentro de este sonido helénico.
Cuando este artículo estaba terminado a finales del 2018, recuerdo que había otros nombres dentro de esta lista que poco a poco cambiaba mientras yo comenzaba a escuchar más música, pero el momento crucial de este artículo llego cuando estuvo en mis manos el libro de Aris Rites of The Abyss: The Genesis and History of Greek Black Metal. Porque hasta ese momento había nombres como Cult of Eibon en mi listado que iba a ser lanzado en algún momento del 2021, pero luego de leer el libro y encontrar muchas similitudes con las elecciones que había con este artículo, decidí esperar un poco más, porque quizá me iba a encontrar con algún nombre que no estaba rondando mi cabeza, siendo ahí y que gracias a ese libro me tope con Funeral Storm y su único álbum “Arcane Mysteries” lanzado por Hells Headbangers Records en el 2019.
Entonces, dentro de la última adición a esta lista de unos años de estudios, entra Funeral Storm con este “Arcane Mysteries” (2019). Una banda que aprovecha todos los recursos helénicos, pero le da ese sabor aún más mitológico como en canciones como “Martyr of the Lake”, donde estoy escuchando fuentes de inspiración para historias y leyendas de la cultura griega en todo sentido. Por eso, desde que todo empieza con la introducción de “Invocation of the Great Red Dragon” y termina con el cover de Varathron “Flowers of My Youth”. La banda aprovecha sus influencias y existen momento como en la canción 3 que todo se expande en su personalidad y se siente una banda madura en solo disco que puede llegar a influenciar a muchas otras bandas del mundo.
Y llegamos a otro de los puntos más álgidos dentro de la escena griega, porque Hail Spirit Noir es de aquellas bandas que tomaron la influencia helénica de bandas conocidas, y la mezclo o experimento con raíces más complicadas y psicodélicas dentro del rock progresivo. Dándole una personalidad innata desde esta primera producción “Pneuma” (2012), el cual para los más cerrados de mente dentro del Black Metal helénico no existe como biblia, pero eso es visto como fanático, más no desde un sentido analítico en la música que es lo que prima, porque este disco es uno de los más recomendados en sonido helénico progresivo dentro del libro de Aris y aquel que le da otro renacimiento al sonido, así como con sus coterráneos de Aenaon.
Analizando el disco desde que todo empieza con “Mountain of Horror” y termina con “Haire Pneuma Skoteino”, la evolución del sonido helénico hacía lo progresivo es notoria a grandes rasgos durante los 37 minutos, y aunque Aris no me haya mostrado la banda, es una casualidad que llevamos del mismo lado por decir que estamos ante una banda original y única en el mundo para crear distinción dentro de muchas copias, y aunque sus dos últimas producciones se hayan alejado dese sonido Black Metal, es cuestión de tiempo para que ellos mismos vuelvan a tener esta influencia dentro de su música. Porque como siempre lo dije en la música de Hail Spirit Noir, es escuchar una historia de muchos pasajes, texturas, mitos y leyendas que paran en constante cambio y no se conforma con solo tener una vertiente, sino muchas que le dan su personalidad.
Otra banda conformada por miembros conocidos dentro de la escena, y que según las palabras de Achilleas C. Solo es un proyecto que no verá la luz en ningún momento, o quien sabe lo que pase con las presentaciones. Porque lo que se tiene acá es música que sigue en precepto de nombres históricos en su sonido, pero al tener muchos integrantes de otras bandas y que tienen muchas influencias y tienen bandas de sonido personal, pues es que la música de esta banda aflora por su sola en todo sentido, y este “Sacrilegious Testament” es uno de los mejores en su carrera hasta el momento, porque que tenga una pequeña opacidad en su música, le da una sensación más realidad dentro de los teclado helénicos de la banda.
Desde que todo empieza con “Cosmic Nightmare” y termina con “The Chariot of Emperor”, la música te regresa a grandes nombres de su escena, pero al mismo tiempo te pone cosas personales que solo vas a escuchar en esta banda y te brinda alternativas musicales dentro de sus matrices personales, que algunas veces tienen dosis cuasi progresivas y otras partes heavies como en bandas de antaño, luego adornos técnicos en bajadas y subidas de escalas que son de lo mejor, Entonces, lo que se tiene acá es una banda que aprovecha todos sus recursos para encontrar un placer musical inigualable que suena a muchos, pero al mismo tiempo suenan a ellos por la ingeniosidad de los músicos que residen dentro de esta banda. Un disco a tener en cuenta, porque hay muchas de un puzzle se estará armando mejor en discos futuros, y esta primera piedra es personalidad en su mayor grado.
Otra banda, así como Acherontas demoro casi 30 años en tener su propio sonido y que tenga ese sabor helénico, porque, aunque “Προς Κάβειρους (To Cavirs)” (1997) o “Epoptia” (1999) sean buenas producciones, la sensación helénica estaba alejada de sus ritmos y tenían mucha presencia escandinava en su música. Pero los años pasaron y como un buen vino, la música de landa durante finales de los 90s y hasta mediados de los 2000s, comenzó a pasar por mutaciones que poco a poco nutrieron su esencia personal y luego poco a poco tener atisbos en álbumes como “Ισόθεος” (2012) o “Πάτερ Ήλιε Μήτερ Σελάνα” (2016). Entonces, el camino estaba muy cerca para que la banda llegará a todo su potencial, y así que en el 2019 se tiene “Αδράστεια”.
Desde que todo empieza con “Tydeus” y termina con “Medea”, la música evoca ritmos helénicos, folclóricos, blackers y algunas veces se ponen deathers en sentidos duros, pero siempre manteniendo el margen de su propia evolución que logra su matriz principal hasta el día de hoy. Además de mencionar que la versión en digipack del álbum es realmente bella y tiene esos detalles que te dejan deseando más de ellos en un formato físico. Entonces, lo interesante de este Black Metal y su sonido, es de como el sonido agresivo y berraco del lado oscuro del metal puede mezclarse con esa sazón mitológica y encontrar ese sabor metalero personal que ahora las bandas griegas están comenzando a exportar en mayor cantidad, porque con esta producción, son como 10 o hasta 20 producciones dentro del 2019 al 2021 que se tiene un sonido personal en muchas y ampliado por diversos ríos y quebradas sonoros.
Mi encuentro con Macabre Omen fue un detalle curioso, porque no conocía a la banda en ningún sentido o había escuchado algo de ellos a mediados de los 2000s, pero gracias a ser un coleccionista empedernido y estar comprando otros discos de bandas de otros estilos, es que hago un pedido de algunos a un vendedor de Inglaterra, y él ve que mis pedidos eran material extremo como Black Metal y Death Metal, y algunas cosas Grindcore. Siendo ahí que el vendedor era ni más que Alexandros, el guitarrista de Macabre Omen, quien me dijo que por unos dos o tres dólares extra me colocaba en el pedido su banda y su primer álbum y yo acepte. Siendo ahí que una larga amistad se formó, porque gracias a ese pedido pequeño, este músico comenzó a enviarme material de su proyecto y otras bandas que les gustaban, porque este primer álbum llamado “The Ancient Returns” (2005) me agrado demasiado y estuve al tanto de lo que se iba a venir en “Gods of War - At War” (2015). Un disco distinto, pero que continuaba el propio legado de Alexandros en la música de Macabre Omen, además de tener el segundo disco como regalo después de años amistad con este gran músico.
Vayamos directo al grano, la idea helénica y ancestral que tiene este primer álbum desde que todo empieza con “In Memory...” y termina con “Hellas - Ode A / Ode B”, es simplemente de transporte a tiempos ancestral y/o mitológicos, con ese ambiente mítico, acústicas de ensueño, sensaciones misteriosas, partes desoladoras y finalmente black metal del mejor en su manera personal de las cosas que le dio en el clavo desde su primera producción. Teclados lúgubres u ritmos gélidos que no tienen referencia escandinava, sino helénica y llegar a tener eso desde el primer álbum es muy interesante de escuchar en 38 minutos de pura personalidad, donde tengo que agradecer enormemente a Alexandros por enviarme la primera edición como la segunda de este primer álbum, porque ambas brillan por su exquisitez musical.
Aunque durante muchas conversaciones con amigos dentro del Black Metal de Grecia, adjudican que el disco que marco el sonido de Necromantia fue “Crossing the Fiery Path” (1993). Yo discrepo completamente durante este sentido, porque la música y producción dentro de ese disco aun estaba por explotarse y había muchas que pulir por parte de la inexperiencia de ambos músicos. Entonces, la producción que cambia todo en dos años formándose como músicos llega a su mayor punto de evolución y con el cual se iba a conocer como la leyenda que ahora son fue, es y será “Scarlet Evil Witching Black” (1995). Disco que supera con creces a nivel compositivo la música de su primer álbum y coloca en el universo de histórico a Necromantia en todo sentido.
Desde que todo empieza con “Devilskin” y termina con “Spiritdance”, la música tiene mejores ganchos, las ejecuciones de Baron Blood con su bajo de 8 cuerdas tenía mucha más presencia, las guitarras era más frías y crudas, la batería tenía el sonido correcto en los parches, y por si fuera poco los teclados y piano de Inferno le daban ese ambiente tétrico a su música, y sin olvidar y para que muchos de los disque blackers fieles al sonido de Necromantia desde siempre, nuevamente la banda usaba recursos de sus demostraciones y usaban un saxofón como parte de su mezcla y experimentación musical que ninguna banda en el mundo dentro del metal lograba fusionar el saxofón con lo crudo, helénico y visceral del Black Metal. Y la vena creada por esta banda dio como luz a bandas como Aenaon, Hail Spirit Noir y Zaratus, que tienen ese elemento experimental y muchas progresivas. Por eso fue importante la actividad en su disco, y este “Scarlet Evil Witching Black” (1995) lo lograba en todo sentido, porque no seguía el trayecto de Rotting Christ, Thou Art Lord o Varathron, sino le colocaba al consomé de frutos secos, variedad que ni las mismas bandas noruegas en años de experimentación se atrevían haber hecho en su momento.
Mi primer encuentro con esta mítica banda y hoy cabeza del sonido helénico, fue con su EP de 1991 “Passage to Arcturo”, cuando mi compañero se trajo por primera vez en cinta copia y nadie podía entender que clase de música era la que había de esa caratula fotocopiada. Pero en aquel EP el sonido del que se conoce como ahora lo tiene Rotting Christ no tenía nada que ver, pero eso poco a poco comienza a forma en sus dos álbumes siguientes como lo son “Thy Mighty Contract” (1993) y “Non Serviam” (1994), y aunque no lo crean, hay bandas que se basan en ambos discos como influencias y no en aquel que termino de definir el sonido de la banda en su máximo esplendor, es como decir, agarraron las raíces al máximo para crear música personal a partir de ella. Donde añado, estos dos discos ya tenían el sonido helénico en muchos sentidos y son discos hermosos en todo sentido que marcaron una época escuchando metal extremo con mi compañero de colegio.
Entonces, pasemos a la carnecita de esta mini reseña y nombramiento, donde a pesar de tener dos joyas invaluables dentro de la carrera de la banda, no es hasta “Triarchy of the Lost Lovers” (1996) que el sonido final de Rotting Christ se definió y creo la personalidad incomparable que hasta el día de hoy tiene y que muchas bandas de su país y el mundo los copia, y recuerdo haber visto la versión digipack en todo su esplendor y con los cuerpos que tenía, siendo una pieza de colección maravillosa para todos los amantes del estilo. Todas las canciones de este álbum son espectaculares desde que empieza con “King of a Stellar War” y termina con “The First Field of the Battle” y luego verlos en su versión en su producción en vivo “In Domine Sathana” (2003), donde Sakis hablaba con inglés de dejo griego, porque fue un concierto grabado en 1996 y era raro escuchar hasta cuando anuncia “King of a Stellar….. y empezaba la canción, es algo que jamás se olvida. Después de ese disco, la carrera de Rotting Christ fue una de las más productivas y la banda más grande dentro del Black Metal griego.
Synteleia es el claro ejemplo de como esta banda no toma la influencia de Rotting Christ de su tercer álbum, sino de su primera producción y decide añadirle bastantes cosas técnicas inopinadas en muchos ritmos, lo cual le da una personalidad grata a su música y como siempre los aleja de ser solo una simple copia, y lo interesante de todo es que esta banda logra mutar su influencias y lograr crear algo desde su primer álbum, dándole a ese ritmo limpio y agudo de las notas clásicas de Rotting Christ, unos enfoques más pesados y de notas más pesadas, lo cual produce esa personalidad desde este “Ending of the Unknown Path” (2019).
Esta banda es otra de aquellas dentro del libro de Aris que coincidimos que tiene mucho potencial para explayarse en su sonido, y aunque ellos ya tengan una segunda producción, aún la primera tiene ese taquito personal que la distancia de muchas copias del mundo metalero o del mundo helénico en su país, y puedes decir desde que todo empieza con “Daemonica Infernalium” y termina con “Many Masks of Nyarlathotep”, donde lo detalles de mayor personalidad y esos aditivos técnicos en las notas de guitarra se sienten en su mayor expansión cuando escuchas “Dark Summoner of Yog-Sothoth” o sino como en “Ithaqua, Thy Mighty Storm” donde ese tufo fuerte a Deep Purple se siente, pero encaja maravillosamente. Llevando el sonido y composición de la banda a lugares insospechados, y quizá lo más probable es que ni ellos se hayan dado cuenta de este tema, porque en su segundo álbum no existe esta mezcla, y deciden hacer más conocido de influencias helénicas.
Thou Art Lord es una banda que la conocí cuando estaba en la casa de un amigo hace mucho tiempo, y en aquel momento aquella persona me hizo escuchar su primera demostración “The Cult of the Horned One” (1993). Donde el sonido y música era muy primarioso, pero de cierta manera me logró llamar la atención, pero no sabía quienes estaban en ese proyecto, solo sabían que era una de las primeras bandas griegas en adoptar el sonido helénico a inicios de los 90s. Entonces, como buen metalero, comencé a buscar información acerca de esta banda y de quienes estaban detrás de este proyecto, y no eran ni más que Sakis de Rotting Christ y The Magus de Necromantia, quienes aquellos años en la demostración se colocaron Necromayhem y Morbid. Fue de ahí que pase a su primer álbum “Eosforos” (1994), el cual es una joya invaluable del Black Metal helénico con muchas dosis Death Metal de aquellos años.
Dentro de este artículo, mencione los casos de Caedes Cruenta y Disharmony, bandas que adicionaban Death Metal a su sonido helénico, pero no mencione en ambos esta idea que digo a continuación, que sin la existencia de “Eosforos” (1994), es posible que esas dos bandas no existieran. Porque ese primer disco de Thou Art Lord es una mezcla entre sonido estadounidense con muchas partes helénicas, y lo mejor de todo que no se parecía a sus bandas principales, y si se parecía en muchos sentidos curiosamente el factor destacable que Gothmog estuviera en la banda, le daba una idea más dura y potente, además de una personalidad innata desde que empieza con “For the Lust of Lilith” y termina con “The Era of Satan Rising”, e inclusive se podría decir que es la primera banda griega que ya tenia ese sabor crudo y potente del black death metal de su país. Luego de este disco, la banda cambio mucho y paso a un segundo plano por los miembros que tenían mayores actuaciones y movimiento en sus bandas importantes, y lo hecho en este disco jamás pudo ser repetido por la banda, pero sí pudo dar cabida a nuevas bandas en su país.
Recuerdo dentro de las tantas conversaciones que se tenia con amigos entre quien fue la primera banda de Black Metal griego o que banda fue que inicio este movimiento, los dos nombres que luchaban por tener esa verdad entre nuestros labios eran Rotting Christ y Varathron, porque había esa idea entre fanático de quien creo el estilo. Como también se puede traducir como esa competencia de quien sabia más con la poca información que llegaba a través de revistas o notas después de años. Pero la idea era novel aquellos años y como todo jovenzuelo querías demostrar que tenias la razón, así que luego de muchos años volvimos a conversar de este tema, y lo pusimos de una manera real, que banda fue la primera de las dos en lanzar su primer álbum. Entonces, por fecha y día, la primera fue Varathron con este “His Majesty at the Swamp” que fue lanzado el 20 de agosto de 1993, mientras que el “Thy Mighty Contract” de Rotting Christ fue lanzado el 11 de noviembre del mismo año. Ósea la diferencia es meses, y el origen de ambas bandas es de un año entre sí, lo cual se termina deduciendo que ambas son responsables del sonido que hoy se conoce como Helenic Black Metal, junto a otras más, obviamente.
Las diferencias entre ambas bandas en el 1993 son muy marcadas, mientras que Rotting Christ era un poco más crudo en su mezcla, Varathron coloca un poco más de brillo a esta y lo hacía más sencillo a nivel general, con teclados, y Sakis estuvo de invitado para este álbum, The Magus igual para los teclados, Themis igual toco la canción número 8 del álbum, porque a nivel general dentro de percusión este “His Majesty at the Swamp” (1993). Sin olvidar que nombres como Mutilator y Archon (o como sale en el disco Wolfen) también estaban dentro de la alineación de grabación de este primer álbum de Varathron. Entonces, fue como un consenso de todo lo que estaba pasando en ese momento entre bandas y músicas, donde añado un recuerdo o comentario de la conversación que tuve con Efthimis de Nightfall.. “hacíamos lo que podíamos con el sonido que podíamos conseguir y teníamos que mezclar músicos, porque éramos los únicos que estábamos en esos años haciendo esto”. Siendo así que este primer álbum de Varathron desde que empieza con “His Majesty at the Swamp” y termina con “The Tressrising of Nyarlathothep (Act I)” es una epopeya a una escena y un sonido que hoy la banda sigue pregonando.
Después de muchas vueltas y bastante recorrido dentro de la escena metalera de Grecia desde sus inicios, estando detrás de discos muy importantes dentro del Helenic Black Metal. Además de ser una persona activa con revistas impresas, disco tiendas y más. Y haya ayudado a crear este sonido desde sus inicios, es curioso que nunca se haya visto un proyecto enteramente dirigido por este bajista desde sus inicios, pero eso cambio cuando presenta su banda Yoth Iria y su primer EP “Under His Sway” (2020). Donde la mayoría de los medios se volvieron locos al criticar u opinar sobre esta producción, siendo así motivo para que Jim y The Magus se mandaran su primera larga duración llamada “As the Flame Withers” (2021).
“As the Flame Withers” (2021) es un disco que muchos esperamos, porque es de una persona importante dentro de la escena oscura de Grecia, aquella que estuvo ante viento y marea, tomando, comiendo y riendo con toda la promoción de las bandas que hoy son históricas en su país. Y muchas dirán, que tiene mucho de o más de esto, pero es muy normal que su sonido pertenezca a eso, porque es uno de los fundadores de ese sonido, y por ende esperar eso de él es completamente normal, y que mejor si con Yoth Iria se habla de un sonido personalizado a nivel general, porque, aunque tenga mucho de, la personalidad de la banda es única y no se puede mezclar con otras desde que todo empieza con “The Great Hunter” y termina con “The Luciferian”. Debido es la banda que todos esperábamos por parte de Jim y su realización completa, y así es como se siente.
Dentro de ese camino de distinción y personalidad que la escena griega en estos últimos 10 años ha comenzado a aflorar con su característica que no suena a ninguna banda, pero tampoco deja su influencia de bandas iconos de su país. Y aunque estemos hablando de personas conocidas o que tiene un recorrido interesante de su recorrido como los son Bill El y Stefan Necroabyssious. La música en este primer álbum de Zaratus llamado “In the Days of Whore” (2021) es única y abarca ese detalle teatral que muy pocas veces se ve dentro del Black Metal, porque se entiende como una obra de capítulos, de abrir y cerrar el telón. Y aunque la batería sea programada o diseñada en computadora, es como que casi un primer empiezo dentro de la escuela griega pase este tipo cosas después de más de 30 años de haberse formado.
Desde que todo empieza con “Ceremonies Before Light's Existence” y termina con “Zoroastrian Priests”, la sensación teatral horrorífica está en todo el disco, luego campos distintos campos y esquemas rítmicos como en “Darkness and Decay” muestran un camino muy personalizado por expandir los sonidos de su país y tener a grandes rasgos el sonido de Zaratus. Sin olvidar, que existen pequeños momentos progresivos dentro de su música, que nutren al máximo toda la parafernalia espiritual y fantástica que tratan de expresar. Donde tengo que añadir, que esto se entienda como una obra de teatro y en alguna parte muy escondida el fantasma de la opera hará su aparición, porque es de que aquellos álbumes que van creciendo reproducción tras reproducción, por todos los detalles que existen en él, como esa idea de un teclado cuasi sinfónico que, sin ser ostentoso o predominante, brinda en muchas partes algunos detalles electrónicos muy personales de esta banda novel. Es todo un privilegio tener este álbum en su versión física.
Archon Vorskaath siempre un músico que demostró desde los inicios con Zemial llegar a ese concepto de decir DIY en todo sentido, porque se encargo de todos los instrumentos en su proyecto personal, ayudo a Varathron en la grabación de su primer álbum, luego estuvo envuelto en la producción y grabación de su propia música desde que se llamaba Nocturnal Death y estaba con el seudónimo Necroslaughter. Entonces, es de aquellos músicos que son parte de esta escena y que ayudaron a formarla desde sus inicios, y en medio de eso llegar a tener su personal desde aquel sencillo y crudo “For the Glory of UR” (1996). Que increíblemente ya decía mucho para futuras bandas unipersonales de estos tiempos, y acá entro en la disyuntiva con Aris del libro, por no lograr a mencionar el impacto que tuvo este primer álbum y se enfoca mayormente en los proyectos paralelos o las contribuciones que tuvo dentro de la escena en los 80s y 90s.
Entonces, quizá las cosas sean muy brutas y toscas dentro de este “For the Glory of UR” (1996) y la escena helénica este un poco dejada de lado, pero cuando este se conecta con su corazón helénico, este encuentra una raíz muy personal y progresiva que en los dos siguientes álbumes de este señor se desarrollaron mejor. Siendo ahí que la música helénica y sencillez cruda de influencia escandinava tuvo un primer inicio en la música desde que todo empieza con “The Blood Unbinds the Dragon” y termina con “The Scourge of the Kingdom”. Al ser primario de ideas y tener una influencia escandinava marcada para 1996, encuentra su personalidad en este álbum, porque luego comienza a virar completamente su música en todo sentido, porque una gran muestra de lo que se venía y ya estaba en ideas grabadas fue en su canción “Battle on the Norse Mountains”. La cual evoca perfectamente todo lo que este músico iba a ser en “In Monumentum” (2006) y “Nykta” (2013).