13 de Mayo del 2001 |
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Brasil | |
Heavy Metal Rock |
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Folk Metal |
Al momento de volver a escuchar este “Tingaralatingadun” (2001) de los brasileños de Tuatha De Danann, cuantas memorias se vienen a la cabeza y todas muy divertidas, porque este disco tiene el potencial de alegrarte el día desde el primer segundo, así estes de malas o tengas un pésimo día, el talento de este disco frente a muchas bandas de Folk Metal actual en latinoamerica, esta por debajo de lo que lograron hacer estos brasileños en el 2001, y aunque ellos mismos jamás pudieron replicar esta idea en discos siguientes, podemos estar felices eternamente con este disco. Donde la perfecta idea de mezclar ideas celtas, instrumentos folclóricos y todos los esquemas folclóricos con ideas Heavy Metal es superior a muchas bandas de nuestros tiempos en Latinoamerica. Le duela a quien le duela, y donde acoto, Brasil siempre fue inmenso y este es otro disco más que lo prueba, de porque el metal salvaje, aguerrido, crudo salio de ese país como fuente inspiradora para muchas bandas de todo el mundo.
Comenzaré diciendo que estamos ante aquellos pocos discos que pueden levantarte el animo en todo sentido, y ves la portada celebrando con su caldo mágico con duendes, hadas, trolls y todos los personajes de muchas historias y leyendas de muchos países. Entonces, acá existe mucha magia por parte de todos los músicos, lo alegre, vibrante, melódico y fusión perfecta de ritmos celtas y heavy metal es impresionante, porque todo esta bien hecho, las guturaciones, los encajes rítmicos, los coros que parecen una canción de Pink Floyd como en “Tan Pinga ra Tan”. Demuestran que el lado progresivo siempre estuvo muy apegado a lo folclórico, porque inclusive en mi conversación con Roine Stolt de los suecos de The Flower Kings, le pregunte acerca de porque el folk celta esta muy apegado al rock progresivo, y me contesto que eso es natural porque muchos de nosotros escuchamos de niños historias celtas y tuvimos instrumentos relacionados a esas historias en nuestros colegios. Entonces, que Tuatha De Danann tenga esta idea cuasi progre melódica y de sabor Folk, no es de extrañar, aún asi estemos hablando de una cultura latina y otra a nivel folclórico de otro orden. Pero al final no importa si son Checacupe, Malasia o donde sea y estén cantando a los vikingos, la música es amplia y puede tener muchos corazones, porque es libertad de expresión, y más aún en los tiempos que vivimos, el cual es un mundo globalizado.
Desde que todo empieza con “The Dance of the Little Ones” y termina con el instrumental de “MacDara”, la inmensa conexión entre Heavy Metal, Rock and roll al estilo Deep Purple, partes progresivas dentro del rock, pero como anexos, más no como partes dominantes, instrumentos folclóricos como flauta, Violín, mandolina, percusiones de diferentes instrumentos, pitares y otros instrumentos de viento dentro de un esquema metalero son de lo mejor. Además de que muchas veces Berne y Giovani, le colocan elementos extremos como las guturaciones graves y agudas, pero bien logradas, nada de medias tintas, y a ellos voces duendes y trolls como en “Finganforn” diciéndote que te saques la siguiente cerveza, pues anima mucho más y que uno de los duendes te diga “Let's go! To the magic palace of Finganfor”. Te dice que empiece la fiesta, y sino te gusta, pues acostúmbrate, porque la música folclórica celta tiene esta inclinación verde y alegre en muchos ritmos. Luego la batería es uno de los instrumentos más complejos, porque tiene funciones aceleradas, golpes folclóricos de rebote en tarola y bailables, pero al final tiene ese sabor rock en el golpe que se completamenta con muchos dobles pedales como en “Vercingetorix”. Una de las canciones más oscuras del disco, pero al mismo tiempo la más dura y pesada de todas, que te muestra otra cara de la banda, y amplia muchos horizontes musicales para lo folk.
“Tingaralatingadun” (2001) de Tuatha De Danann es un disco inmenso dentro del Folk Metal, tiene muchas cosas inmersas en 41 minutos, no hay partes flojas, todo es sólido, y quizá para algunos la producción en estudio tenga dificultades, pero estamos hablando de un disco que nace dentro de un area latina que poco o nada exportaba al mundo metalero en los 2000s, y supera a muchos discos dentro de nuestros tiempos en su rama folclórica. Sin más, es toda una obligación comprar el disco.