09 de Agosto del 2001 | |
Chile | |
Repulse Records | |
Death Metal |
Dentro del formato de bandas leyendas de Chile, el nombre de Totten Korps es uno muy importante y esta junto a nombres como Pentagram, Atomic Aggresor, Sadism y Death Yell, así que dentro de la escena chilena es muy importante tener una banda como esta desde 1989, pero el detalle que me dio mucha curiosidad a nivel general es de como es la perspectiva sobre esta banda en otros países, porque cuando esta banda es mencionada, mayormente salen a flote las recopilaciones, EP o demostraciones de la banda antes de este “Tharnheim: Athi-Land-Nhi; Ciclopean Crypts of Citadels” (2001), disco que hasta el día de hoy es una muestra tremenda de los primeros pasos de como una banda brutal debe de ser y que no preserva la tradición de sus demostraciones, porque es una banda muy distinta en todo sentido. Más acelerada, más técnica y con más dosis extremas que superaban avasalladoramente a sus demostraciones o EP, porque, aunque “Our Almighty Lords” (1992) es una buena pieza de Death Metal, no existen punto de comparación, porque los ritmos son más brutales, los blast beats son más prolongados y encima la voz es más profunda y fuerte.
Una de las cosas que tuve la suerte de ver en vivo, fue a Totten Korps en la segunda edición del Lima Fest, donde estuvieron como uno de los invitados de tremendo cartel hace 7 años junto a otras bandas de renombre y bandas locales. Donde el poderío de la banda era indiscutible y tenía una presencia altamente caótica y brutal, no hubo mejor presentación en cuanto a Death Metal se refiere ese día. Entonces, cuando vinieron esa fecha, ellos estaban promocionando su segundo álbum “Supreme Commanders of Darkness” (2015), un disco igual de bestial que este “Tharnheim: Athi-Land-Nhi; Ciclopean Crypts of Citadels” (2001) que fue editado por Repulse Records, ex Drowned Productions de España. Con una portada editada sobre la fotografía de Claudio Ortiz, con ruinas y detalles de esta parte del mundo, mezclando partes extremas, con la mitología de este lado del charco, donde la música es una tremenda dosis de brutalidad y extremismo, y aunque la producción no ayudo mucho a escuchar algunas partes del doble, el disco es un completo trallazo de álbum que tiene todo en su sitio, y que como muchos álbumes a inicios delos 2000s en Latinoamérica, recién estaban teniendo buenas grabaciones y muchas cosas más.
Desde que todo empieza con “Intro” y termina con “The 7th Blasphemies of Sacred Sacrament”, esto es una masacre a nivel general, donde Cristian Soto y Fernando Toro son guitarristas maravillosos, bien enfocados en darte armónicos extremos, brutales frente a las posibilidades de su grabación, luego el baterista de la banda Sergio Aravena es todo un monstruo en los parches, con una ejecución marcial y directa al grano, usando cambios y hammers blast beats para darle potencia en todo sentido. Y finalmente la voz de Cristian Ortíz, es una de las más opacas y profundas que podías escuchar en esta parte del mundo, donde acoto un comentario que me dijo Cristian Soto sobre este disco, que se demoran bastante en lanzarlo y producirlo, por temas de tiempo, recursos y demás que eran muy difíciles hasta finales de los 90s en Latinoamérica, ya que ellos querían hacerlo inmediatamente después de su EP de 1992, pero los cambios de alineación y dejadez, hicieron que la banda entrará en un periodo de inactividad por 4 años y de ahí ellos harían otra banda para 1998, por eso el sonido de las demostraciones y EP som muy distintos a lo que paso en este primer álbum, el cual por cierto se agradece, porque de cierta manera le da mucho más personalidad que sea una maquina salvaje, frenética y acelerada.
“Tharnheim: Athi-Land-Nhi; Ciclopean Crypts of Citadels” (2001) de Totten Korps no le debe nada a su pasado, es una banda que desde 1998 hizo otras cosas y encajo mucho mejor, donde acoto, que, gracias a su parada y a su nueva vida, se tuvo una presencia más monstruosa en todo sentido, que dejaba las demostraciones y EPs como simple ideas de esos años, y con este primer álbum dieron el paso de verdad para ser una banda temida en muchos territorios. Esperemos que algún día regresen, porque este álbum y el segundo son joyas del Death Metal de esta parte del mundo.