24 de Febrero del 2002 | |
Colombia | |
Necrodeath | |
Symphonic Melodic Black Metal |
Cuando muchas bandas de Colombia estaban girando por Perú a inicios de los 2000s, muchas de estas bandas traían algunos discos de su país y de otras partes de Latinoamérica. Siendo así que me encontré con los colombianos de Liturgia y su segundo álbum “Corvi et Cygnes” (2002), el cual me dejo un gran sabor de boca en ese momento y recuerdo que el precio de ese disco estaba super barato, y después de ese disco comencé a buscar en el pasado de la banda y lo que vino después. Encontrándome con una banda que tenía hasta ese segundo álbum 10 años de existencia, lo cual me sorprendió en ese momento, porque llevaba siguiendo la escena extrema de Colombia desde inicios de los 90s y me sorprendió que desconociera a la banda, pero a inicios de los 2000s fue bueno conocerlos con tremendo disco, porque hasta el día de hoy sigue dentro de los recomendados del Symphonic Melodic Black Metal de Colombia.
Cuando me llegó este disco a las manos dentro de esos conciertos, era increíble como muy pocas personas se interesaban por este tipo de material, porque la mayoría quería nombres conocidos u otros detalles, pero para mí era cosa de otro mundo. Porque siempre tuve bastante inclinación entre 1998 hasta el 2006 por las bandas latinas y que me presentarían estas dentro de su música, porque hubo mayores producciones anuales y se podía acceder un poco más a todos los recursos, e inclusive cuando Metallerium se creó a inicios de los 2000s se tenía una idea de colocar toda la información de las bandas latinas que se podía conseguir información, y ojo aquellos años no existía ninguna web que lo hacía, por lo que el trabajo que me di fue inmenso, e inclusive recuerdo el nombre que le pusimos dentro de Metallerium, el cual fue Headsouthbanger latinoamerica, donde coloque todas las bandas latinas que podía encontrar y subir de fanzines que tenía. Siendo ahí que comencé con Liturgia y su recorrido hasta este “Corvi et Cygnes” (2002). Donde lo hermoso de este disco resulta en que es melódico, sinfónico y tiene esa oscuridad que era poco común a inicios de los 2000s dentro de Súdamerica, porque las únicas bandas que se me vienen a la cabeza junto a ellos son Carnarium y Vampiria de Argentina, que tenían esta misma inclinación sinfónica, pero no tan melódica como estos colombianos.
Desde que todo empieza con “Specular Reflects” y termina con el cover de AC/DC “Hell’s Bells”, la idea de todas las canciones que van de lo oscuro, melódico, acelerado algunas veces y siempre terminando de colindar son ese lado sinfónico, donde los teclados de Penumbra son lo mejor, los armónicos de guitarras entre Afar y Jaime encajan a la perfección, y aunque el sonido de la batería no era el esperado, igual este le daba bastante magia a su música. Y se podía encontrar una banda madura en comparación de su primer disco, que, aunque lo haya escuchado después, la banda dio un gran salto compositivo en su carrera, pero al mismo tiempo lo mantuvo ahí. Ya que, con su tercera producción, su música se alejó de lo que habían logrado en todo sentido, quizá para bien o para mal, pero era otra banda en general. Entonces, regresando a esta segunda producción, una de las mejores maneras de entender sus amplias influencias de la banda empiezan desde la primera canción, porque es ahí donde se va a encontrar muchas cosas melódicas, sinfónicas y algunas veces industriales que te pueden recordar en algunos sentidos a “Puritanical Euphoric Misanthropia” (2001) de Dimmu Borgir o “Rebel Extravaganza” (1999) de Satyricon, pero ojo, es solo instantes, porque luego Penumbra es una maestro cuando juega con todas las escalas de la música y clara muestra de eso es “Ancestral Trip” con un desborde altamente malabarista, pero increíble.
“Corvi et Cygnes” (2002) de Liturgia fue el punto más álgido de la banda a inicios de los 2000s, porque luego se irían por otro rumbo musical, no superior o peor, sino distinto. Pero este segundo disco es una obra maestra por donde la veas, y su manera de hacerlo tan personal sin tener que llegar a ver muchos nombres pesados le dan un sinfín de posibilidades para que esta banda tenga su personalidad dentro de estos 46 minutos de duración. Increíble trabajo en todo sentido.